Escribe Orlando Rivero
Uruguay aprueba la Convención Interamericana contra el Racismo, Discriminación Racial y todas formas de Intolerancia.
En el día de ayer (miércoles 12 de Julio) en Cámara de Representantes, a instancias del miembro informante de la Comisión de Asuntos Internacionales, el diputado socialista Roberto Chiazzaro, ratifica la Convención Interamericana contra el Racismo, Discriminación Racial y todas formas de Intolerancia, que había sido suscripta por el Estado Uruguayo el 7 de junio de 2013.
La Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó la Convención Contra el Racismo en el año 2013 y solamente 12 Estados de los 35 Estados miembros de la OEA la han firmado, pero ha sido hasta ayer Costa Rica el único que la había ratificado.
En Uruguay se Activa
Este acontecimiento reviste vital importancia para el hemisferio dado que al ser Uruguay es el segundo país de las Américas en ratificar la CONVENCIÓN INTERAMERICANA haciéndola entrar en vigor, implicando que los Estados que la han ratificado se comprometan entre otras cosas:
- Aportar legislación que defina y prohíba claramente el racismo, la discriminación racial y la intolerancia, aplicada a todas las autoridades públicas, como a personas naturales, físicas o jurídicas;
- Exigir a los Estados miembros a modificar su legislación nacional para ir acorde a los lineamientos de la Convención;
- Permitir a las víctimas de discriminación racial presentar peticiones ante la CIDH en busca de justicia y reparación principalmente en denuncias o quejas de violación de la convención por un Estado parte;
- Crear un Comité Interamericano para Prevención, Eliminación de Racismo, Discriminación Racial y Todas Formas de Intolerancia, que entre sus funciones monitorizará los compromisos asumido por la convención.
Consideramos que la ratificación es un tema prioritario dado que aportará al fortalecimiento de las acciones a nivel local, buscando revertir las causas del empobrecimiento, desigualdad e inequidad en la que vive la comunidad afrodescendiente en nuestro país y permitiendo que los grupos de descendientes de pueblos originarios y la hoy, población migrante, puedan tener una herramienta vinculante para la defensa de su ciudadanía y sus derechos.
Esta ratificación entra no solo en un hito para nuestro país en relación a los grupos vulnerados sino que se suma a los principios de reparación que la sociedad uruguaya ha entendido (desde su legislación) transitar para encontrar paz, integración y más que nada, igualdad para toda su ciudadanía:
artículo 1º (Ley 19.122) “Reconócese que la población afrodescendiente que habita el territorio nacional ha sido históricamente víctima del racismo, de la discriminación y la estigmatización desde el tiempo de la trata y tráfico esclavista, acciones estas últimas que hoy son señaladas como crímenes contra la humanidad de acuerdo al Derecho Internacional.”