Se fue un gran artista, arquitecto,un ser generoso, sensible y comprometido con su pensamiento. De convicción firme, de corazón noble,sin duda ha dejado su huella, su legado, en la sociedad toda.
El año pasado recibió un más que merecido homenaje del pueblo de Salto en el teatro Larrañaga, hoy recordamos el discurso que preparara para ese momento, sus palabras sobrias, equilibradas, justas y humildes, tal cual y como él lo fue.
“NADA LE DEBO A LA VIDA, CON ELLA ESTOY EN PAZ”
“Es este uno de esos momentos que la vida nos da para tener presente durante el resto de nuestros días, y es maravilloso poder compartirlo con hijos, nietos, bisnietos, amigos de todas las horas, con toda la comunidad salteña, es un honor que agradezco al señor intendente Lima y a las autoridades departamentales.
Soy políticamente socialista, afiliado número 3546, recorro el camino sindical en lo profesional y como artista plástico, soy y me siento igual a cualquier individuo de la comunidad, activo, con derechos y obligaciones. No me siento un ejemplo, solo soy una persona que atiende a su inserción en la sociedad, que se preocupa y se ocupa. Soy hierro y hormigón, carbonilla y acrílico, a veces un arqueólogo que hurga en los yacimientos de chatarra, para que en mis cuadros y murales, los hallazgos que el paso del tiempo desecha, cobren nueva vida. Al decir de Machado, “hago camino al andar”, y siento, como Amado Nervo que nada le debo a la vida, con ella estoy en paz. Gracias, muchas gracias… los abrazo a todos”.
Semanario Sol y Luna
24 de marzo 2017