Dra. Mónica Xavier
Senadora. Secretaria Gral del Partido Socialista
Hace unas semanas se aprobó en Cámara de Representantes, el Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad, con la finalidad de promover el desarrollo económico productivo e innovador, con sustentabilidad, equidad social y equilibrio ambiental y territorial. Con este objetivo se diseñan e implementan las políticas en los gobiernos del Frente Amplio.
Asegurar condiciones de estabilidad nos permite cimentar un creciente nivel de confianza en nuestro país, tanto interno como externo. Más de una década en que se captó inversión y se generó empleo. Así se fomentan el desarrollo productivo y sustentable, con el propósito de apuntar al bienestar social. Allí está la clave.
El Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad apuntala a un mejor país, y a una sociedad más integradora con más oportunidades.
En la actualidad, nadie puede desconocer la incertidumbre que presentan los mercados a nivel mundial. Ello pone a la nación ante el desafío de saber adaptarse e interpretar las dinámicas comerciales y productivas en marcha, y exige una nueva etapa de desarrollo económico y social, a la vez de mantener y profundizar las conquistas alcanzadas. Todo a la vez.
Esos propósitos de crecimiento y transformación exigen avanzar en innovación, incorporación tecnológica, y promover mecanismos continuos de formación, capacitación y profesionalización de los procesos de producción. Agregar valor es el factor clave de diferenciación para incrementar nuestra viabilidad de inserción.
Coherente a todo ello el Sistema incluye la asignación, a partir de 2017, de al menos el 20% del monto total de los apoyos previstos en cada plan anual de actividades de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) a proyectos o programas que tengan como objetivo la transformación productiva. Esto se evalúa en base a indicadores tales como: valor agregado y salario real por trabajador; valor unitario de las exportaciones; calidad del empleo; gasto en investigación, desarrollo e innovación; integración en cadenas de valor; encadenamientos en la economía nacional y regional; e impacto medioambiental y territorial.
Además, y no menos importante, es un proceso integrador, del que forman parte: trabajadores, emprendedores -también de la economía social-, instituciones educativas. La participación como clave de desarrollo.
En más una década que llevamos de gobiernos del Frente Amplio se ha acumulado vasta experiencia en políticas y planes enfocados a la innovación y el desarrollo.
Ejemplos de ello: Innovación: creación del Gabinete Ministerial de la Innovación (GMI) y de la Agencia Nacional de Innovación e Investigación (ANII); Desarrollo Productivo: creación del Gabinete Productivo (GP); Desarrollo de Capacidades: creación del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP); Inserción Económica Internacional: creación de la Comisión Interministerial para Asuntos de Comercio Exterior (CIACEX); Promoción de otras modalidades de propiedad del capital y gestión empresarial: creación del Instituto Nacional del Cooperativismo (INACOOP); Infraestructura: fortalecimiento y cambio estratégico en la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND); Promoción de Exportaciones e Inversiones: reforma y fortalecimiento del Instituto de Promoción de la Inversión y las Exportaciones de Bienes y Servicios (Instituto Uruguay XXI).
Todo ese esfuerzo ha cosechado avances y también algunos yerros, los cuales tampoco nadie desconoce ni oculta. Por el contrario, para mejorar hay que aplicar la lógica básica que exige profundizar en lo bueno y corregir lo equivocado. Es así que el nuevo Sistema supone modificaciones en la normativa institucional, en procura de racionalizar actividades, facilitar la coordinación, mejorar efectividad.
El Sistema Nacional de Transformación Productiva y Competitividad apuntala a un mejor país, y a una sociedad más integradora con más oportunidades. Aquí hay una entraña optimista que lejos de desconocer todo lo que padece nuestra gente, nuevamente afronta el reto de superarlo.