Escribe: Emiliano Molinari | Departamental Paysandú
El parlamento uruguayo aprobó nuevamente de forma exprés el Impuesto Covid, un impuesto que tiene una muy marginal recaudación, con dudas de su constitucionalidad, crea un nuevo impuesto sobre algo ya gravado, y con una notoria desigualdad.
Lo primero, lo marginal, se Crea un impuesto para una recaudación marginal (Solo USD 10 millones, el 2% de un magro Fondo Covid para el 2021), se aplica sobre una materia gravada que ya se encuentra incluida en el IRPF, grava solo a públicos con ingresos superiores a $120.000, dejando por fuera al sector privado, donde hay salarios muy superiores al del propio Presidente de la República.
Sobre esto creo importante señalar que entiendo es un enorme error crear un impuesto sobre algo ya gravado, hubiera sido preferible modificar transitoriamente las alícuotas de IRPF, con similar efecto en la recaudación, pero con una mayor justicia.
Sobre la Justicia del Impuesto, es fundamental poner en consideración, la capacidad contributiva de quien aporta, es por esto que se considera de poca justicia tributaria, que un trabajador por igual tarea e igual retribución, pague más impuestos en la actividad pública que en la privada, siendo peor que trabajadores públicos con sueldos de $130.000 paguen un impuesto que no paguen trabajadores privados con ingresos de $300.000, generándose ahí una enorme injusticia.
A esta injusticia redactada anteriormente, se suman varios sectores empresariales que han tenido en pandemia ingresos extraordinarios, y por el contrario, lejos de aportar más a un país que necesita recursos, vieron disminuidas sus tasas de aportes, sin importar que sus rentas, lejos de reducirse con la gran mayoría de las empresa, estas se vieron multiplicadas.
Por último, es importante considerar la capacidad que tienen los fondos gravados, de reinvertirse y generar ingresos y fuentes de trabajo, es por esto que llama la atención la negativa a gravar fondos invertidos y depositados en el exterior.
En definitiva, esta nota busca preguntarse sobre el origen de los fondos, dado que es necesario que desde el estado se mejore la inversión en atender la pandemia, es por esto que el impuesto presentado no solo es malo en su característica, sino de muy insuficiente recaudación, ante esto, siempre existen propuestas sobre la mesa.
Las propuestas fueron puestas a consideración por el Frente Amplio, como aditivos al impuesto creados, pero lamentablemente no tuvieron la consideración por parte del gobierno, estos aditivos consideraban las propuestas detalladas a continuación:
- Extender al sector privado el gravamen Covid, generándose así una igualdad de condiciones y justicia tributaria en el aporte, pagando lo mismo quienes trabajan en la actividad pública y privada.
- Crear un adicional al IP para gravar a empresas que hayan obtenido resultados económicos positivos y hayan tenido gravado su patrimonio en el año 2020, donde la pandemia afecto a todos.
- Gravar depósitos y patrimonios de residentes uruguayos existente en el Exterior, generando así un aporte solidario de quienes tienen capitales en el exterior, hasta el momento no gravados.
Estas 3 propuestas presentadas como aditivos tienen como efecto una mejor recaudación, una mayor justicia tributaria, igualando a todos los uruguayos, obtiene recursos de aquellos grupos de personas que lejos de verse afectados por la pandemia, lograron beneficiarse económicamente, y fundamentalmente genera un aporte extra de aquellos residentes que tienen recursos lejos de la actividad económica Uruguaya.
Esta propuesta, sin duda no es la solución, pero sumado a las líneas de créditos existentes, le dan al país la oportunidad de que desde el gobierno se tenga una posición más activa en el apoyo a la pandemia, pudiéndose así atender de mejor forma las necesidades de los más afectados por la pandemia.