El director del Inju y dirigente socialista reclamó «disputa» en el oficialismo para generar líderes
Cuando estaba en cuarto de liceo quería debatir sobre política con gente de su edad y mandó dos correos electrónicos: uno al Partido Socialista (PS) y otro al Partido Comunista de Uruguay. Entrando en la tercera década de su vida, Santiago Soto es el director del Instituto Nacional de la Juventud (INJU) y adjunto a la secretaría general del PS, el único sector que le respondió por su inquietud aquella vez. Cursó todos sus estudios en el sistema público y, en una entrevista con El Observador, reclamó mayor celeridad para los cambios en la enseñanza. Además opinó que una nueva postulación electoral de José Mujica o Danilo Astori «sería triste» para la izquierda por relegar a otros dirigentes. A continuación un resumen de la entrevista.
¿Cuál considera que es el espacio que le da el Frente Amplio a los jóvenes?
Los sectores han trabajando más fuertemente la cuestión juvenil que la coalición y el movimiento, en particular el Partido Comunista y el Partido Socialista. Pero creo que algunos de los debes que tiene el país entorno a la relevancia política que le da a la agenda juvenil también los tiene el Frente Amplio. Sin embargo creo que también hay luces de esperanza. Cuando fue lo del No a la Baja quien fue a patear la puerta a decir que tenía que ser un tema de campaña central fueron los jóvenes. Después cuando uno va a la estructura más de gobierno todavía es uno de los debes.
¿El Frente Amplio fomenta el recambio?
Creo que hay actores en el Frente que lo fomentan pero también convivimos con los históricos. Pepe (por el expresidente José Mujica), Danilo (Astori) y Tabaré (Vázquez) están muy lejos, pero no de los jóvenes o de los frenteamplistas, sino que están muy lejos como figuras políticas con respecto a todo el resto del espectro político. Tienen una épica muy armada, muy fuerte, y fomentar el recambio incluso es difícil para la generación de 50 años; imaginate qué ve un militante cuando me miran a mí. Y eso es parte de los desafíos.
¿Por qué cree que cuando empiezan a manejarse nombres para elecciones vuelven a aparecer el expresidente Mujica y el ministro de Economía, Danilo Astori?
Creo que esa disputa sería triste para el Frente Amplio porque ese no es el eje que se viene para adelante. Pienso que la etapa de la tríada fantástica que tenemos cumple un ciclo que se está terminando y ahora sí es el momento que haya disputa. El recambio en el Frente Amplio solamente se va a generar con disputa. Solamente en la disputa va a poder emerger un liderazgo de recambio y creo que es lo que se viene. El Frente debería provocar un escenario donde se dé esa disputa y no una disputa que se dé dentro de los tres líderes tradicionales.
Usted fue una de los líderes del No a la Baja. Dos años después ¿siente que ese movimiento perdió a la gente que se había juntado?
No se puede vivir en estado de epopeya permanente. Hay momentos que son muy épicos que generan un nivel de participación muy alto. Y de esa gente quedan muchas personas. Y la agenda digamos… una cosa es decirle No a la Baja y otra es toda la agenda que tiene que ver con los jóvenes y el conflicto con la ley. Esa agenda que ya es más fina convoca a un núcleo más pequeño pero el corazón de la propuesta sigue viva. No convoca para cubrir 18 de julio, pero sigue.
En su momento el No a la Baja reconoció que ante un resultado ajustado se debía atender la demanda de casi la mitad de la población ¿De ese momento hasta ahora qué se ha hecho?
Se puso el tema en agenda. El tema seguridad en general y no solo el conflicto con la ley. Parte de los interesante de esta agenda es que hay que mejorar la parte represiva, la pata judicial, y al mismo tiempo hay que ensayar otros proyectos de inserción comunitaria. Uruguay pasó de tener cuatro mil presos hace no muchos años a tener más de 10 mil, y eso no necesariamente genera una mejora en la seguridad que siente la población. No estoy dando una visión ingenua de que hay que educar en lugar de tener cárceles. Lo que digo es que mejorar las condiciones para que no vuelvan a cometer delitos quienes pasan por el sistema judicial es parte de la clave si queremos tener un país más seguro.
Si bien la seguridad es un tema que instaló la oposición, ¿qué análisis hace de la agenda que propone el Frente Amplio?
Tuvimos una agenda muy fuerte en el primer gobierno, con reformas. La segunda administración estuvo más empapada de lo parlamentario y la denominada nueva agenda de derechos. En esta etapa el tema del Sistema de Cuidados es un tema que puso el Frente y que afecta a la vecina en el almacén. Se han colado también otros temas, quizá no con la misma efervescencia de la primera etapa y creo que uno de los desafíos del Frente es poder recrear el libreto de la agenda de los temas que pone a discusión una vez que cumplió con una etapa.
¿Usted tiene en mente alguna reforma puntual que desde su punto de vista se deba llevar adelante?
Hay una reforma en marcha, que no tiene una gran épica, que tiene que ver cómo se organiza el Estado para el apoyo al sector productivo, que va con el Sistema Nacional de Competitividad. Ahí hay un tema a seguir reforzando sobre cómo se fomenta la innovación y se apalancan algunos sectores dinámicos para la innovación. Y creo que en la parte de enseñanza media de la educación hay que recrear también un discurso de transformación que no sea solo un discurso sino una batería de algunas cosas.
Pero en la campaña hubo un planteo de un sistema único entre 3 y 17 años, hacer cambios curriculares, pero en los hechos hubo trancas para implementarlo.
En el tema marco curricular común hubo avances. Creo que algunas cosas se pudieron cumplir más, otras menos, y eso siempre pasa porque la realidad va cambiando, pero en la educación media tenemos que avanzar a más velocidad para lograr algunos de los objetivos que tenemos. Vamos a tener que seguir discutiendo porque creo que no es un problema solo de la izquierda sino que al país le ha costado lograr un consenso de qué es lo que quiere con la enseñanza media básica.
¿Cree que en el debate de la Rendición de Cuentas los perfilismos de distintos sectores pueden afectar al Frente Amplio?
Siempre está ese riesgo. En el Frente hasta ahora siempre hemos ido hasta el borde del abismo, miramos para abajo, y volvemos caminando de la mano para atrás. Esperemos que en estos años sigamos cultivando esa unidad. Al Frente la unidad se la da la gente. La gente es frenteamplista, no es socialistas, comunista, emepepista, o frenteliberseregnista. El núcleo duro de nuestros votantes siente primero eso y creo que después viene lo demás.
Un joven ecléctico
Dirigente socialista
30 años
Economista
Afiliado al Partido Socialista desde 2003, tiene 30 años y es señalado por dirigentes del Frente Amplio como uno de los cuadros políticos con mayor proyección en la izquierda. Militante, economista, licenciado en Ciencia Política y exguitarrista de pelo largo en una banda que tenía con amigos, Soto se define como un ecléctico en sus distintas facetas. Aficionado a la fotografía, en su tiempo libre le gusta escuchar música y, según afirma, en cuestión de una hora puede pasar de la electrónica de los franceses de Daft Punk a la cumbia villera, o al catalán Joan Manuel Serrat. «Tengo gustos musicales eclécticos, y creo que ser ecléctico es una ventaja en la vida para la música y la política. ¡Y en economía ni te cuento!», dijo, entre risas, para presentarse.
Fuente: Observador
13 de febrero 2016