MDN inició «acciones» para determinar si hubo espionaje militar en democracia; si existió sería «lamentable», dijo Menéndez
A poco más de tres meses de haber asumido Jorge Menéndez al frente del Ministerio de Defensa Nacional (MDN), parece claro que la quietud que caracterizó la gestión de su antecesor, Eleuterio Fernández Huidobro, no será la impronta de la actual administración. El nuevo ministro, que fue subsecretario de esa cartera, tiene por lo menos dos grandes frentes abiertos: la investigación por las acciones de espionaje que llevaron a cabo los militares en democracia, y las reacciones de los uniformados ante la intención manifiesta del gobierno de reformar el Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, precedida por la creación de un impuesto a las jubilaciones militares más altas.
Desarchívese
El primer frente tiene consecuencias imprevisibles incluso para las propias autoridades. El semanario Brecha publicó el viernes una nota en la que recuerda que en los archivos incautados en dependencias de una unidad de inteligencia militar ubicada en la calle Eduardo Víctor Haedo en 2006, cuando la ministra de Defensa Nacional era Azucena Berrutti, consta documentación oficial que da cuenta de un espionaje «institucional». La nota menciona los números de rollos incautados en los que figura material de espionaje correspondiente a 1987, 1989, 1991 a 1998, y 2005. En el artículo se recuerda también que esta información está en Presidencia de la República y en el Archivo General de la Nación. Por otra parte, la comisión investigadora creada por el Parlamento comenzará a analizar también la documentación que surge del archivo incautado en la casa del coronel retirado, ya fallecido, Elmar Castiglioni, que contiene información relativa a actividades de espionaje llevadas a cabo en democracia.
Bajo firma
Menéndez pidió el 12 de setiembre a los comandantes en jefe de las tres armas que le indicaran por escrito si existieron estas actividades de espionaje en democracia. La respuesta fue negativa en todos los casos. Pero la intención del ministro no era hacerse eco de esta versión, como pareció hacerlo cuando compareció en régimen de Comisión General al Parlamento, sino tener un documento escrito, firmado por los mandos, para luego reclamar responsabilidades en caso de que lo afirmado no sea cierto. «Yo he tenido la contestación a las preguntas que he realizado por escrito y que conservo para su oportunidad, determinándose por parte de las autoridades correspondientes en cada área que eso [el espionaje] no ha sido así. Pero obviamente la Justicia investigará, o de pronto se realizarán otras investigaciones. Nosotros desde el Ministerio de Defensa Nacional obviamente tomamos acciones que no hacemos de carácter público, y el futuro dirá qué es lo que ha ocurrido», dijo ayer el ministro, tras asistir a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores. Remarcó que él nunca dijo que no había habido espionaje. «[Hemos tomado] acciones que han propendido a asegurar el funcionamiento de nuestro ministerio en el marco de la Constitución y de la ley, como no debe ser de otra manera. Hemos solicitado información que nos ha sido contestada bajo firma, con la responsabilidad que eso conlleva, pero en ningún momento este ministro ha dicho que ha existido o no ha existido ese tipo de actividad», subrayó.
Apegados a la verdad
Dijo que en caso de haber existido espionaje, se trata de «un hecho sumamente lamentable». «Este ministerio, este ministro y su equipo de actuación se rigen por principios democráticos, aman la democracia, y creen que ella es el elemento fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad y nuestras generaciones futuras, y por lo tanto vamos a estar apegados a buscar la verdad, también la justicia, y a hacer que este Ministerio de Defensa Nacional sea un orgullo de funcionamiento institucional para nuestra República», sentenció Menéndez.
Por la plata baila el mono
Un factor no menor que contribuye a la molestia de los militares, además de la investigación en torno a las actividades de espionaje, es la aplicación de un impuesto a las jubilaciones militares más altas, que afectará a 8.000 en un universo de 40.000 retirados de las Fuerzas Armadas. Se trata de un gravamen transitorio hasta que esté pronto el proyecto de ley de reforma del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, que el gobierno planifica enviar en breve al Parlamento.
Ayer Menéndez asistió a comisión para responder las inquietudes de los legisladores sobre este tema. El ministro de Defensa Nacional aseguró que no hay mayor cantidad de retiros anticipados de militares por este motivo, y frente a los reclamos de inconstitucionalidad que realizan los retirados militares y los legisladores blancos y colorados, contestó que «las áreas del gobierno nacional que elaboraron el proyecto tienen sus servicios jurídicos y serán quienes tendrán que responder a este respecto».
Sanciones
Las quejas de los militares también están enfocadas en los salarios que perciben y en los recursos humanos y materiales de los que disponen. Este fue el eje del discurso pronunciado en el Día de la Armada Nacional, el 15 de noviembre, por el comandante en jefe de esa fuerza, el almirante Leonardo Alonso, ante el presidente Tabaré Vázquez y Menéndez. En esa instancia, Alonso dijo, entre otras cosas, que «las misiones y las órdenes deben estar acompañadas de los medios necesarios para llevarlas a cabo, humanos y materiales». «Es lo que reclamo a mis superiores», manifestó el oficial superior.
Su discurso molestó al presidente Vázquez. Según publicó ayer el semanario Búsqueda, el presidente, en conversación con el ministro, decidió sancionar a Alonso mediante una amonestación escrita, que quedará en su legajo. En tanto, el martes de la semana pasada, el mismo día en que Menéndez concurría al Parlamento citado en régimen de comisión general, Alonso entregó una carta a la diaria en la que amenazaba con un juicio si el periódico no se rectificaba por una nota de humor que refería al mismo tema: su discurso en el Día de la Armada Nacional. Por este motivo, nuevamente se lo sancionó mediante una observación por escrito.
Reserva
Ayer Menéndez confirmó la información publicada por el semamario Búsqueda, si bien aclaró que esta no partió del ministerio y que la cartera entiende que «las acciones desde el punto de vista correctivo y administrativo que toma el Ministerio de Defensa Nacional se mantienen en el nivel de la reserva que implica el manejo de las funciones dentro del ministerio». «Los funcionarios que eventualmente reciben algún tipo de amonestación son funcionarios públicos que merecen, en la aplicación de estas acciones, la reserva», insistió el ministro. El ministro de Defensa Nacional aclaró que las sanciones a Alonso no implican que «exista desconfianza en la valoración de las actividades» que realiza, porque el cargo de comandante en jefe «merece confianza desde el punto de vista político». «Cuando la confianza se afecta, no deben existir en esos cargos. Pero mientras la confianza no se afecta, las funciones continúan, y lo otro son medidas de carácter administrativo que solamente tratan de reencauzar procedimientos que, como en cualquier área profesional, se desvían en algún momento de la normativa política que se trata de llevar adelante desde el ministerio correspondiente», indicó Menéndez.
El ministro aclaró que no tuvo conocimiento del discurso del comandante en Jefe de la Armada Nacional antes de que este lo pronunciara, y según supo la diaria, el presidente Vázquez le pidió a Menéndez que a partir de ahora tome esa precaución para evitar este tipo de situaciones.
Fuente: La Diaria
2/12/2016