Poner manos a la obra en busca de lo nuevo

Maxi Santos / Brigada Julio Castro

Un artículo sobre la Educación Popular y nuestros caminos para la construcción de alternativas emancipatorias en Uruguay

“Somos parte de ese mundo viejo
que tiene que ser transformado”

El 11, 12 y 14 de diciembre, nos encontramos en la primera parte del “Encuentro Nacional de Militantes Sociales” contando con diversos panelistas de Uruguay y de la región que, entendíamos, podían aportar a una reflexión en la relación sociedad-política, claramente, con perspectivas a una “construcción de lo nuevo”. Esto se enmarca en un contexto latinoamericano en que los sujetos individuales y colectivos de las izquierdas y de los progresismos vuelven a mirarse a sí, tanto para hacer balances tras años de “democracia plebeya”1 como para pensar en la nueva praxis que lleve a más avances en la profundización de la Democracia, la construcción de una contrahegemonía al neoliberalismo y un horizonte regional de integración para la liberación del yugo imperialista.

Tras días de tomar varias notas y volver a ver los videos que quedaron en la página de youtube del Partido2, me parece imposible poder abordar una reflexión general de lo acontecido. Tal vez lo que sí pueda decir es que en una de las mesas se me erizó la piel, pensando en lo trascendental que me parecía lo que planteaba algún compañero. Es así que me permito trabajar desde el campo de estudio que me resulta más cercano,la Educación, ya que fue mencionado como algo interesante a considerar y que se plasmó en parte de la declaración de nuestro Partido en donde anuncia

“comenzar a recorrer los caminos que nos permitan generar junto con otros y otras una Fundación, o un espacio similar, dedicado a trabajar la relación sociedad-política, que además nos permita producir y difundir contenidos de reflexión y análisis e impulsar un Programa de Educación Popular que potencie cuadros populares, nos forme como militantes y nos permita encontrar nuevos caminos de construcción social y política. El concepto de “Casa del Pueblo” será para nosotros un eje rector en cada lugar donde podamos participar de estas dinámicas de trabajo colectivo.”3

Dentro de ese fragmento podemos encontrar una propuesta salida de estos encuentros en el que se plantea “impulsar un Programa de Educación Popular” con tres objetivos allí expresados. En ese sentido, me parece necesario poner sobre la mesa algunas palabras más para el enriquecimiento de la discusión en cuanto a “Educación popular” se refiere, ya que esta perspectiva de educación nos puede orientar hacia el trabajo en distintos sentidos tanto en la formación nuestra como hacia el trabajo que podemos llegar a generar en otros ámbitos como la educación formal (incluido el espacio universitario), la organización de nuestros militantes en esos espacios y el enriquecimiento para nuestra praxis desde un trabajo de base que parta de los educadores y los educandos en proyectos emancipatorios.

Por plantear un paréntesis de conceptualización somero, parto de la base de que uno deviene educador popular en experiencia de ciertas circunstancias que tienen que ver con “pisar la tierra con los pies” – que mencionaba Frei Betto en la conferencia – y desde ese lugar pensar(se). Entonces eso implica, desde un primer momento, una opción que lleva en la praxis (reflexión-acción) y en el diálogo con el grupo, un alumbramiento en donde nos podemos reconocer y decir “soy educador popular”. Estela Quiar, que también señala la cuestión de la experiencia en ese descubrir, plantea y asume una posible definición: “somos educadores populares todos aquellos que nos hacemos cargo –en donde estemos– de este compromiso ético político con un proyecto emancipatorio, lo que implica el ejercicio constante de ampliar conciencia –y conciencia histórica– y, desde esa conciencia, abrir campos de posibilidades subjetivas y colectivas así como de construcción, desde lo micrológico, de alternativas de futuros inéditos y viables.”(En el libro Educación Popular, Guelman y otros,2020,p.77).

Partiendo desde acá, podemos llegar a plantear algunas improvisaciones en cuanto a la materialización de un espacio que nos lleve a formar(nos) Educadores Populares que claramente deberá tener una visión sobre el problema de la desigualdad, que es la base del imperativo de esa transformación. También, por supuesto, saber que la referencia a lo “popular” es tomar partido y por lo tanto una opción por cierto sujeto. Además, salirse de los esquemas de la educación formal que requiere enfrentarse a un conocimiento de la realidad cotidiana de los sujetos y un trabajo de investigación sobre dicha realidad desde un lugar no invasivo. Así como una decisión sobre cómo se aborda el conocimiento que, entendiendo nuestras opciones, parten de una relación entre la teoría y la acción. Y, por último, un trabajo metodológico que “parte de las situaciones problemáticas de los sujetos de la acción educativa y va avanzando en la amalgama del conocimiento colectivamente construido a través del juego dialéctico del sentido común y el conocimiento científico.(Idem,p.86).

Tratando de dar algunas líneas de propuestas, es necesario volver a analizar el Uruguay en todas las aristas desde una visión histórica que, en el ámbito educativo, nos tocará entender la centralidad de la Educación pública y, tal vez, la necesidad de pensar la Educación popular en la educación pública y, por lo tanto, en un Proyecto Educativo Nacional, así como en la necesidad de dar otros debates en sindicatos e instituciones educativas.

En cuanto a lo concerniente a los y las socialistas que nos interesa la educación, es necesaria la militancia activa en uno o más espacios del Partido en cuanto a este tema que permita, a su vez, llevar estas discusiones a nuestros espacios de inserción y que potencien la herramienta del Partido en esos espacios. Eso quiere decir volver a un trabajo colectivo de la bases del Partido Socialista en educación que sirva para la teoría y para la acción. Librarnos de las mezquindades individualistas que nos alejan de una militancia de izquierda y poner el cuerpo en un compromiso con el futuro.

También se parece necesario abordar en otras entradas o instancias compartidas, la relación entre la pedagogía política que se mencionó en el seminario y que se plasma en la resolución del PS en cuanto a el espacio que “potencie a cuadros populares”, y la Educación Popular ya que allí se presenta la cuestión de preguntarse acerca del rol del Partido en este proceso.

Por último, aunque creo que es necesario darle, hoy, mayor relevancia a seguir trabajando en la formación de los militantes socialistas – más allá de que haya una intención incipiente sumamente valorable -, hay que crear esa “Escuela del Pueblo”(no me gusta la palabra Fundación para algo así) en un lugar radicalmente opuesto a lo que sería la centralidad del Partido y la centralidad de la capital, así marcar desde el vamos un espacio posible de concebir otras miradas.

Mercedes Clara haciendo comentarios sobre la presentación de Betto nos traía la constatación de que “Somos parte de ese mundo viejo que tiene que ser transformado” y en esto también está la clave para pensar que una propuesta de Educación Popular nos viene a liberar y que desde otro punto, tal vez, también tenemos que desaprender.

1 Moreira,C. (2019) Tiempos de democracia plebeya: Presente y futuro del progresismo en Uruguay y América Latina. Montevideo: CLACSO-EBO

2 Link de cuenta Youtube del PS: https://www.youtube.com/channel/UCe9VLbtmpx5MpP2xBO4PyCg

3 En: https://ps.org.uy/mensaje-del-partido-socialista-en-sus-110-anos-nuestro-agradecimiento-y-nuestros-compromisos/