Más profundidad en ecografía estructural permite detección de cardiopatías
Entre los Objetivos Sanitarios definidos para el período 2015-2020 se incluye la disminución de los indicadores de mortalidad infantil en Uruguay, particularmente en la etapa neonatal, así como la mejora de los indicadores de salud infantil.
Entre las causas más importantes de fallecimiento de niños se encuentran, en primer lugar, las afecciones vinculadas a la prematurez y, en segundo, las malformaciones congénitas, entre ellas, un altísimo porcentaje vinculado a la causalidad de las cardiopatías.
Cada año nace un promedio de 470 niños con cardiopatías congénitas graves. El MSP trabaja, a través de su Programa Niñez, con la Dirección de Epidemiología y con el Registro de Malformaciones Congénitas para mejorar la situación de estos niños.
Las cardiopatías congénitas son malformaciones del corazón o de los grandes vasos sanguíneos que se pueden encontrar en el feto y en el recién nacido. En algunos casos se manifiestan clínicamente en edades más tardías.
Lustemberg explicó que existe una estrategia de trabajo centrada en el diagnóstico precoz y oportuno, cuya calidad, consideró, debe mejorar desde la asistencia, así como en el seguimiento y acompañamiento de los niños que padecen cardiopatías congénitas, sobre todo en lo que respecta a las prestaciones y el acceso a la atención.
En referencia al diagnóstico precoz, la subsecretaria de Salud Pública recordó la importancia de cumplir con los controles del embarazo y enfatizó en la ecografía estructural, que corresponde realizar entre las semanas 20 y 24 de gestación.
Ese estudio es gratuito para todas las embarazadas que se atienden en el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) desde enero pasado, cuando el actual Gobierno de Tabaré Vázquez lo decretó.
Tras esa decisión, en agosto el ministerio envió una circular a todas las direcciones técnicas de los prestadores, en la cual se indicó que, al momento de realizarse el estudio, se debe evaluar la morfología del corazón del bebé.
“La población debe saber que cuando le están haciendo una ecografía estructural a una embarazada, el técnico imagenólogo o el obstetra que la realiza tiene la obligación de poner énfasis en los cinco cortes básicos del corazón del feto que permite el diagnóstico precoz de una alteración estructural vinculada a una malformación cardiovascular”, informó la subsecretaria.
“Que se realice este control específico es importante en un país donde solo se diagnostica entre 10 y 15 % de las cardiopatías congénitas en el embarazo”, agregó.
“Con el respeto y la sensibilidad que debe existir en la relación médico-paciente se debe hacer énfasis en que efectivamente se realice la evaluación cardiovascular”, dijo la subsecretaria, en alusión al derecho que tiene la familia de solicitarla en caso que no se concrete.
En ese sentido, informó que el ministerio trabaja en forma coordinada con las instituciones, incluidas las sociedades científicas y las cátedras de la Facultad de Medicina, y que realizan capacitaciones para todos los técnicos a fin de que enfaticen respecto a posibles afecciones al momento de concretar el estudio. Si bien aclaró que ya existen diplomaturas dentro de la Facultad en la Escuela de Graduados, consideró que es posible reforzar el conocimiento general sobre el tema.
“Cuando diagnosticamos una malformación en la etapa del embarazo, no solo acompañamos a la familia, sino que se puede prever todos los cuidados que el feto debe tener durante el embarazo, como la realización de un ecocardiograma, por ejemplo, y planificar el nacimiento en el lugar mejor preparado para recibir a un bebé con una cardiopatía congénita”, relató.
La jerarca insistió en que los equipos de salud deben registrar estos casos, porque solo se notifican 180 de los 470 bebés que nacen cada año en promedio con esta patología.
También se refirió a la oximetría de pulso que se realiza previo al alta del bebé, que permite en muchos casos detectar una patología de este tipo y aludió a las instancias posteriores de seguimiento y continuidad de los niños que deben ser operados.
Desde 1981, cuando se creó el Fondo Nacional de Recursos (FNR), se intervino a más de 7.500 niños con cardiopatías, con un alto nivel de sobrevida. Según informó la institución, 86 % de ellos vive.
Las declaraciones de la subsecretaria fueron expresadas tras su participación en el lanzamiento de una campaña de la Fundación Corazoncitos, una organización sin fines de lucro que apoya a niños con cardiopatías congénitas, con el fin de mejorar la sobrevida y la calidad de vida de estas personas. Los fundadores son padres de niños con esta patología.
Fuente: Presidencia
8 de setiembre 2016