Ministro Dr. Jorge Basso

Sistema Nacional de Salud garantiza controles y prestaciones a 2,4 millones de personas

Autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), en el marco de la transmisión simultánea por radio y televisión de este jueves 30, destacaron que el derecho a la salud en Uruguay dejó de ser una expresión de voluntad para convertirse en un derecho concreto, que se traduce en acciones y prestaciones a las cuales toda la población tiene acceso, con la opción de elegir libremente el lugar de atención.

“Hace nueve años existe en el país un Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), que fue el resultado de un largo proceso de acumulación social, institucional y política, logrando un fuerte respaldo nacional y reconocimientos en el exterior en virtud de lo difícil que ha resultado sostener reformas sanitarias en cualquier parte del mundo a lo largo de la historia”, repasó el ministro Jorge Basso.

Confirmó que en pocos días ingresarán 89.000 personas al sistema, el último colectivo de jubilados y sus cónyuges, para completar así el cronograma prometido.

“Son más de 2,4 millones de aportantes al SNIS y con derechos concretos en materia de prestaciones sanitarias”

Según enumeró, algunos de los derechos adquiridos por los usuarios en estos años implican controles gratuitos hasta los tres años de edad, acceso a tratamientos de reproducción asistida, a la prueba de Papanicolaou (Pap) cada dos años solo con el costo del timbre profesional, análisis ginecológicos, incluida la ecografía estructural a bajo costo; y la posibilidad de que las mujeres sean acompañadas durante el parto o cesárea. Los jóvenes tienen derecho a recibir hasta 180 preservativos al año, pastillas anticonceptivas mensuales y de emergencia a bajo costo mediante cuponeras.

Además, las adolescentes pueden acceder sin costo a la colocación de dispositivos intrauterinos (DIU) durante la consulta ginecológica y a implantes subdérmicos, en este último caso en el sector público hasta 2017, cuando se extenderá al sector privado.

Entre los derechos que destacó como consolidados también se incluye el acceso a análisis de rutina, electrocardiogramas y radiografía una vez al año a bajo costo para adultos mayores, asistencia psicológica con un timbre accesible, derecho a medicamentos e insumos a bajo costo si la persona tiene diabetes o hipertensión, a tener un médico tratante con quien vincularse y confiar a lo largo de tiempo y a cirugías poco invasivas para operaciones de vesícula sin costo.

Como desafío para mejorar la atención el titular mencionó la historia clínica electrónica para cada usuario, a fin de que las personas acceder a la información desde cualquier lugar. El objetivo es una historia clínica electrónica interoperable las 40 prestadoras de salud privada y al prestador público hacia 2017.

Protección de derechos por encima de intereses comerciales y competencia

En ese contexto, el ministro Basso insistió en la complementariedad de servicios con el fin de optimizar los recursos, para lo cual se firmaron hasta el momento más de cien convenios entre prestadores públicos y privados, y entre privados y privados.

En cuanto a los recursos tecnológicos, Basso valoró como importante que comiencen a funcionar con lógica de centros regionales de referencia, al igual que con las maternidades, ya que hay localidades del país donde nacen cuarenta niños por mes y funcionan cuatro maternidades, basado en “lógicas de competencia”.

“Se trata de que prime una lógica de atender necesidades sanitarias para la atención de todos los habitantes, independientemente de su afiliación a determinada institución, y que no se consoliden intereses exclusivamente comerciales y de competencia”, insistió.

En otro pasaje de su alocución, Basso precisó que la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) gestiona 900 puestos de atención y más de 40 hospitales, con los cuales asiste a 1,2 millones de usuarios.

Gripe: 600.000 personas vacunadas

Basso aseguró que “el MSP está atento a cada una de las contingencias (sanitarias internacionales), de modo que fluya la información cuando la misma está consolidada”, en referencia a riesgos de contagios.

En el caso del dengue, consideró fundamental que la población accediera a las recomendaciones en materia de prevención contra el mosquito transmisor del virus, el Aedes aegypti, y se apropiara de esas acciones.

En cuanto a la gripe, recordó que el ministerio lanzó una campaña con énfasis en las poblaciones vulnerables, a partir de la cual se vacunaron casi 600.000 personas, sumado a una serie de recomendaciones preventivas que se informaron oportunamente.

En el mismo sentido de esta política de comunicación, consideró al Diálogo Social como “una buena oportunidad para encontrar puntos de acuerdo y consolidar proyectos nacionales”.

La subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg,  repasó la existencia de indicadores de salud alentadores.

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La jerarca consideró que la salud de las mujeres embarazadas, niños y adolescentes es una tarea con la que el país debe comprometerse aún más. En este contexto, indicó que desarrollar políticas públicas que mejoren la salud de las mujeres embarazadas y los niños recién nacidos hasta los cinco años son temas centrales para el ministerio, con el objetivo de consolidar la tendencia decreciente de la mortalidad infantil.

En 2015 Uruguay alcanzó uno de los indicadores más bajos de su historia en lo que refiere a mortalidad infantil desde que se llevan registros: 7,4 por cada 1.000 nacidos vivos; en un proceso de mejora de los niveles que comenzó hace más de veinte años. Las cifras de mortalidad materna ubican a Uruguay como uno de los países con registros más bajos de la región.

Según datos aportados por el Centro Hospitalario Pereira Rossell, donde nace la mayoría de los niños de este país, se registraron el año pasado 15 fallecimientos maternos cada 100.000 nacimientos. En 1990 la estimación de la razón de mortalidad materna fue de 37 cada 100.000 nacidos vivos. Las últimas cifras de Uruguay representan de las menores de América, la segunda luego de Canadá (siete por cada 100.000 nacidos vivos en 2015), según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Según Lustemberg, la planificación, captación precoz y control adecuado del embarazo son muy importantes para este logro.

El Ministerio de Salud Pública informa que se intensificó el trabajo orientado a disminuir el número de embarazos no planificados en adolescentes y resaltó el trabajo por la orientación para una vivencia saludable y el ejercicio pleno de sus derechos sexuales, así como la optimización del acceso a métodos anticonceptivos.

La subsecretaria insistió: “Debemos lograr que ninguna persona muera en Uruguay por una muerte evitable. En esta línea el ministerio, junto a más de 300 organizaciones y profesionales, construyó un plan  de salud que se define como los ‘Objetivos Sanitarios Nacionales hacia 2020’, donde se sintetizan los 15 principales problemas sanitarios que se tiene como población”, recordó.

El plan permite articular las metas asistenciales y estímulos económicos que reciben las instituciones por buen desempeño, para alcanzar los objetivos sanitarios.

La jerarca hizo énfasis en la formación de recursos humanos, de equipos calificados, con vocación de servicio y sensibilidad para trabajar en forma seria y planificada en todos estos temas.

 

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 Fuente: Presidencia

1º de julio 2016