“Desde el no-ser, la nada, el otro, la exterioridad, el misterio de
lo sin-sentido, partirá nuestro pensar.” Enrique Dussel
Hoy no podemos desconocer la relevancia que tienen las redes sociales para la militancia y la política en general. En estos meses con la pandemia y el gobierno “Multicolor”, especulo que se incrementó la necesidad de expresar nuestros pensamientos, sentimientos y frustraciones; así como trenzarse en discusiones por alguna de estas redes sociales.
La opinión que ha generado la propia ciudadanía sobre ciertas decisiones del Presidente Lacalle Pou y su equipo de gobierno, ha hecho que la marcha atrás sea casi moneda corriente, funcionando como estrategia política. Acertadamente, Mauricio Rosencof, dijo que “nos gobierna una agencia de publicidad”1.
Entonces, ¿no será que debemos pensar las formas de nuestra comunicación personal ya que estos cyberespacios de los cuales formamos parte, son tan trascendentales en la política del siglo XXI?
El 7 de junio de este año, Tabaré Viera (PC) hizo una publicación2 que mostraba su indignación por un cuplé realizado en “La Mesa de los Galanes” (Programa de Fm del Sol, Montevideo) en el que se hablaba de la necesidad de entregar Rivera a los brasileños, la falta de cultura allí, alegando que de seguro no conocían a China Zorrilla, y un sinfín de cosas en el mismo sentido. Más allá de la ficción propia del programa donde hay otros personajes además de “Edison Campiglia”, esto desató reacciones y discursos en las redes que tuvieron su punto más alto con la denuncia realizada a los participantes de este programa.
Prácticamente en una puja virtual, predominó en las primeras horas de duelo, dos polos que reflejaban la partidización del hecho concreto en donde se acusaba a Cotelo y el resto de la “Mesa” de ser operadores del Frente Amplio. Se compartieron fotos de estos hombres con el Pepe Mujica, entre tantas cosas. Por otro lado, se culpaba a los que estaban indignados con lo que se había dicho en el programa de querer censurar y de que no se entendía el humor; prejuzgando de que todos los que tuvieran en contra, estaban a favor de la censura y que al ser Marene Osorio y Tabaré Viera las caras que amplificaron esta cuestión, era una jugada política de todo aquel que no comulgaba con el oficialismo de la oposición. El resto, que no encajaba en el esquema propuesto por los pro-Cotelo o los anti-Cotelo, quedaron en medio del fuego cruzado casi llegando ser acusados de alta traición por quienes se debían comportar como leales.
Fue incómodo para algunos militantes del Frente Amplio de Rivera ya que compartían posteos de unos y de otros, algunos pudiendo sintetizar una idea que tomaba aportes de ambos frentes pero que se perdían en el establecimiento de la tropa de un lado y otro de la línea. Fue categórico el rechazo de los Jóvenes del Frente de Rivera que cuestionaron lo que se dijo en el programa pero no cayendo en la defensa casi inquisidora de algunos que formaban parte de los anti-Cotelo, ya que su posición estuvo mucho más cerca de sus compañeros y compañeras del Frente pero que parecía un abismo en aquellas horas.
Es verdad que hubo varias personas de izquierda que salieron de esas lógicas pero la partidización y la utilización de ese hecho para entrar en una lógica de vindicación, no ayudó a generar un pluralismo en la discusión y menos un pensamiento que llevara salir de los lugares comunes. Complicadísimo fue habilitar diálogos entre las propias personas del Frente Amplio para no tensar la discusión.
La idea no es llegar a la conclusión de que yo estoy bien y que otros están mal. Sino abrir el espacio para poner sobre la mesa las lógicas binarias y casi fanáticas de militar en las redes, que instalamos. Queramos o no, muchos de nosotros y nosotras lo que hacemos en las redes es militar. Cuesta racionalizar esto ya que hay casi una negación en reconocer que las redes sociales también son espacios de militancia. Es obvio que la forma tradicional debe formar parte del quehacer militante del Frenteamplista y del socialista ya que es un lugar en donde nos encontramos cara a cara con el vecino y con el compañero, pero esto no debe ser excluyente de reconocer otras posibilidades porque sino estos espacios no se dan el lugar para ser pensados y por lo tanto mejoradas.
Con todo lo anterior no digo que hay veces que hay que cerrar filas para hacerle frente a ciertos discursos o supuestos que se empiezan a generar en las redes y que dañan al Frente Amplio desde la mentira o el odio. Sino que se hace necesario generar lógicas conscientes de militancia que escapen de un acción-reacción dañino para nuestro propios compañeros y compañeras que comparten estas redes, así como también los posibles espacios de discusión con seguidores o “amigos” que ven nuestros posteos. Es verdad que cada red es distinta, por lo que pensar la militancia digital es también pensar esa diversidad de mundos con sus lógicas.
En fin, que el instante y la espontaneidad sirva para la transformación.
1 En: https://www.pitcnt.uy/novedades/noticias/item/3540-rosencof-nos-gobierna-una-agencia-de-publicidad
2 En: https://web.facebook.com/senadortabare.viera.9/videos/3901685299902565/
Maxi Santos, militante de la JSU