El Comité Central del Partido Socialista, reunido de forma virtual en el día de la fecha y luego de un amplio intercambio entre compañeras y compañeros de todo el país, declara:
1. Expresamos nuestra cercanía y solidaridad ante la angustia y el dolor que padecen tantas personas, víctimas directas e indirectas de la situación dramática que vivimos. Vemos al país sumido en una gran tristeza y preso de una impotencia que no queremos naturalizar. Nuestra primera mirada es hacia esta dura realidad, que nos afecta en carne propia por la pérdida irreparable de seres queridos, por el aumento de la desigualdad, la pobreza y el desempleo, por el deterioro acelerado de las condiciones de vida.
2. Esta crisis sanitaria, social y económica que atravesamos continúa agravándose día a día. El gobierno ha resuelto blindar exclusivamente la economía de los sectores más poderosos y privilegiados y ha renunciado a revisar sus decisiones a pesar del creciente número de fallecidos y contagiados, que nos coloca desde hace semanas como el peor país del mundo en muertes por COVID en relación a la población. Los actores de gobierno con frecuencia minimizan o enfocan con resignación esta situación, como si se tratara de una serie de efectos colaterales e inevitables. Su responsabilidad sobre la misma crece si tenemos en cuenta su absoluta negativa al diálogo así como la forma en que han desaprovechado las múltiples ventajas que tenía el país para afrontar la emergencia sanitaria.
3. A escala global, detrás de la pandemia y sus relatos, se desarrolla un debate crucial entre aquellos que sostenemos que no hay forma de superar los graves problemas que afectan a la humanidad si no es con más solidaridad y con un fortalecimiento de los lazos comunitarios, y aquellos que siguen apostando al egoísmo y la avaricia capitalistas mientras culpabilizan a las personas hasta de su propia muerte. En relación a este debate y en la realidad concreta de nuestro país, insistimos con la convocatoria que hemos realizado a impulsar desde la sociedad misma y sus organizaciones una agenda por la vida y la libertad real que en lo inmediato implica medidas contundentes de reducción de la movilidad y protección social, solidaridad organizada, cuidado y autocuidado, programas de emergencia, revisión de una política salarial regresiva, y distribución justa de los costos de la crisis. En este marco, adherimos con convicción a la plataforma del Paro General definido para el próximo 17 de junio por el PIT-CNT. A su vez,insistimos una vez más con la necesidad de escuchar las voces del GACH, el GUIAD y otros actores calificados, así como las que surgen de iniciativas plurales como el denominado «diálogo por la vida».
4. Hoy es imprescindible, por lo que está en juego y por un elemental sentido republicano, terminar con el blindaje del gobierno nacional, que no se hace cargo de sus responsabilidades. En ese sentido la tarea principal sigue siendo la recolección de firmas para que el pueblo pueda decidir sobre 135 artículos de la LUC, una ley votada de espaldas a la ciudadanía y que constituye una de las piedras angulares de un proyecto de clase profundamente antipopular, celebrado exclusivamente por algunas cámaras empresariales. La acción del Frente Amplio en todos los escenarios en los que le toca actuar debe contribuir a que la sociedad uruguaya conozca la verdad sobre las políticas concentradoras, represivas y privatizadoras del actual gobierno, y sobre todo a la construcción de una alternativa social y política sustentada en otros valores e intereses.
5. En ese marco, impulsamos y celebramos iniciativas como la llevada a cabo recientemente por la bancada de Diputados del Frente Amplio, y que tuvo como miembro interpelante a nuestro compañero Secretario General Gonzalo Civila, al llamar a sala a la ministra Arbeleche por conceder una serie de exoneraciones fiscales al Director General de OPP. En este caso la Ministra no solo no pudo responder las preguntas que se le realizaron sino que se reafirmó en una concepción absolutamente laxa de la ética en la función pública. A través de este hecho – que en su momento denunciamos y por el que tanto la Ministra como el Economista Alfie no deberían permanecer un minuto más en sus cargos – quedó demostrado otra vez que este modelo tiene perdedores pero también ganadores. El actual gobierno actúa para beneficiar a minorías (a las que los propios gobernantes pertenecen) a costa de las mayorías populares, y esa lógica de autobeneficio – maquillada con un marketing que se activa cuando los hechos salen a la luz – no ha merecido una sola autocrítica por parte del elenco gobernante. El Frente Amplio debe denunciar siempre, sin cálculos de ninguna índole y a través de todos los instrumentos democráticos a su alcance, este tipo de conductas y concepciones.
6. La entrega de soberanía que supone el acuerdo llevado adelante con la empresa Katoen Natie por la terminal de contenedores portuaria y el retroceso en materia de libertad de prensa que implicaría la anunciada ley de medios, constituyen dos piezas de enorme gravedad y consecuencias nefastas para el futuro, motivos por los que las rechazamos rotundamente. Frente a las denuncias, locales e internacionales, sobre los riesgos que estas iniciativas suponen para el país, el gobierno reacciona con virulencia y descalificando a los denunciantes. Pero nosotras y nosotros seguiremos alertas, desarrollando un trabajo permanente y sin ambigüedades. A su vez nos preparamos para afrontar un debate profundo sobre la reforma de la seguridad social así como sobre cualquier iniciativa tendiente a atacar las libertades sindicales y otros derechos democráticos, como las que ya se han expresado por ejemplo en varias normas de la LUC o en el ataque sostenido a colectivos de trabajadoras y trabajadores, como es el caso de los de la educación. Nuestra perspectiva, en estos y en todos los temas, será siempre la de la defensa de los intereses de la clase trabajadora y las mayorías sociales.
7. En Uruguay, como en el mundo, no hay una única forma de entender la política. Por el contrario en este plano se expresan las contradicciones que existen en la sociedad, y por eso el núcleo ético de los distintos proyectos políticos es también diferente. El actual gobierno y la coalición que lo sostiene, liderada por el neoherrerismo, gobierna para el 1 % del país: los 25.000 uruguayos que ganan más de 15 mil dólares por mes, los propietarios de los 1.000 establecimientos rurales de más de 2.500 hectáreas y los 2.500 poseedores que tienen más del 90 % de la riqueza empresarial. Estos son los sectores que el Presidente denomina “malla oro”, los que acaparan la riqueza nacional, cuyos intereses están asociados a los de un puñado de poderosos actores transnacionales. Ni siquiera una emergencia sanitaria, en la que está en juego la vida, ha logrado detener la voracidad de ese proyecto clasista. Las y los socialistas uruguayos no aceptamos ni aceptaremos que quienes abonan continuamente el discurso de la grieta y agravan con sus políticas las injusticias y desigualdades sociales, pretendan imponer su discurso como pensamiento único. Recibimos un sinnúmero de ataques por decir lo que pensamos sin temor, eufemismos, ni agravios personales. Esos ataques, lejos de amedrentarnos, nos reafirman en nuestra vocación de construir una democracia cada vez más profunda, justa y pluralista para una patria donde quepamos todas y todos.
Comité Central, 31 de mayo de 2021