La novela de la venta de marihuana sigue sumando capítulos. La trama principal, “farmacias versus bancos”, sigue avanzando a cuentagotas dentro de un mar de suspenso. Ayer, autoridades de la Junta Nacional de Drogas (JND) y del Instituto de Regulación y Control del Cannabis realizaron una conferencia de prensa para deslizar algunas gotas de información.
Juan Andrés Roballo, prosecretario de Presidencia y presidente de la JND, señaló que la “misión” con la que se dirigió junto a Mario Bergara, presidente del Banco Central del Uruguay, hacia Estados Unidos para mostrarles a las autoridades de la Reserva Federal el estado de implementación de la ley de cannabis “cambió la imagen sobre el caso uruguayo y permitió presentar información sobre los controles que se aplican a la normativa”.
El presidente de la JND agregó que la situación de conflicto entre los bancos y los locales que venden marihuana también se vive en Estados Unidos, pero la diferencia radica en que, por la dimensión de los emprendimientos del país del norte, usan distintos formatos de banca local que no interactúan con el sistema financiero internacional, por lo tanto, el movimiento de venta de cannabis “está encapsulado”. Roballo subrayó que no hay posibilidad de que eso suceda en Uruguay, dado que es un mercado mucho más chico. De todos modos, el jerarca dijo que van a seguir avanzando, trabajando con el sistema financiero, aunque también necesitan generar herramientas “para que el sistema de expendio de cannabis no medicinal pueda seguir adelante y mejore sus condiciones”.
En ese sentido, explicó que la Ley de Farmacias (15.703) ofrece una alternativa y da la posibilidad al Poder Ejecutivo para reglamentar establecimientos “para expendio exclusivo de cannabis” con requisitos específicos que garantizan las mismas condiciones de seguridad, controles de calidad y aspectos sanitarios que las farmacias, pero que serían “más adaptables a un funcionamiento en efectivo”, es decir, fuera del sistema financiero. Roballo subrayó que las farmacias siguen habilitadas en el sistema de expendio y que la nueva herramienta de venta que están elaborando –todavía no terminaron de redactar el decreto– no serían las herboristerías, como se manejó en un momento, sino “otro tipo de establecimiento”, que por ahora no tiene nombre. De todos modos, dijo que, al igual que las farmacias, se otorgarán licencias y el sistema será similar en “términos estructurales”: habrá una licencia, se presentarán personas interesadas y se chequeará que se cumpla con los requisitos establecidos.
“Es una solución provisoria mientras se revisa la situación con el sistema financiero, porque la política del Estado es ir hacia la bancarización, por lo tanto, esta es una situación excepcional, que amerita soluciones exponenciales y provisorias”, concluyó Roballo, y acotó que esa nueva herramienta también podría servir a las farmacias que ya venden cannabis como una alternativa “para salvar la dificultad con el sistema financiero”.
Además, Roballo aseguró que el problema con el sistema financiero “no depende de Uruguay ni de sus instituciones financieras, sino de los bancos internacionales y sus reguladores”. Agregó que en Uruguay dependemos del cambio de una ley federal estadounidense o, “como sucedió hasta hace no mucho tiempo, de las directivas de los responsables de los órganos reguladores que deciden si persiguen o no las conductas que están tipificadas como falta”.
Por último, el jerarca subrayó que Uruguay no puede estar pendiente solamente de la situación bancaria, ya que “tiene que cumplir con la ley”, aunque “también es cierto que lo condicionan”. Por eso en la JND no abandonarán el trabajo con las instituciones financieras internacionales, “para demostrar la seriedad de Uruguay, el riesgo bajísimo que existe de que haya lavado de activos, narcotráfico o financiamiento de terrorismo”. “Eso ha impresionado bien, y vamos a seguir fortaleciendo esa posibilidad”, finalizó.