Escribe: Nico Lasa
La lucha de la izquierda, y el avance de sus ideas en pos de la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, se compone de un crisol de vidas concretas de hombres y mujeres que la interpretan y empujan en cada momento histórico.
Hoy nos toca despedir a un gran militante, uno de los mejores de los nuestros. Un compañero que desde sus jóvenes años, en la clandestinidad, se comprometió con la militancia estudiantil en la Universidad del Trabajo del Uruguay de la que después fue docente. Un frenteamplista cabal, desvelado como pocos por la unidad de la izquierda social y política, que encontró en el Comité Peñarol un lugar de lucha permanente y un espacio de articulación y acción transformadora a nivel territorial.
Recordar al “Chiquito” es hacerlo en su humildad, en su lealtad con la clase trabajadora, es poner en valor ese tiempo cotidiano dedicado al servicio de los otros. Es recordar su aporte permanente al proceso de transformaciones, recordarlo en su fraternidad y generosidad.
La vida de los militantes sociales está minada de conflictos y desafíos, y en momentos en los que el sistema permea culturalmente en nuestras vidas erosionando los espacios colectivos y promoviendo el individualismo, tentando con la reducción de la política a un juego de vanidades, reconozco en Luis un ejemplo, un faro a seguir. Reconozco en él a un hombre sensible que encontró en la militancia un espacio para dar sin pedir nada a cambio, un socialista que testimonió con su vida sus ideas, que en las encrucijadas siempre puso por delante el proyecto colectivo y los intereses de las grandes mayorías. Luis fue y será siempre para nosotros un compañero que estuvo en donde el Frente Amplio o el Partido se lo pidieron y nunca eludió ninguna responsabilidad conferida.
La memoria de Luis estará siempre viva en nosotros y en su querido “Seccional 13”. Si él honró su vida y su tiempo con lucha y entrega, hoy es nuestro momento de homenajearlo, como imperativo ético, en la militancia por las transformaciones pendientes, encontrando en su ejemplo una fuente inagotable de motivación.
Los socialistas no mueren, se siembran….
Nicolás Lasa