Escribe Daniel Olesker | Senador
El viernes 16 de julio hizo 71 años del último campeonato mundial ganando por Uruguay.
Y entonces me puse a pensar como la economía ha vivido en esos 71 años.
Y sin duda podemos identificar diversos modelos en esos tantos años. Por lo menos 4 momentos de crecimiento, si excluimos los años del largo estancamiento entre 1957 y 1973.
¿Qué es lo esencial de un modelo económico estructural que defina un periodo de la economía?
Al menos, desde nuestra perspectiva de Economía Política, los ejes diferenciadores de un modelo económico están en el vínculo entre crecimiento y distribución y en el rol estratégico o subsidiario del rol económico del Estado.
Vamos a repasar estos 4 modelos desde estas dos perspectivas. Y para ello en esta versión simplificada tomaremos como eje definitorio el vínculo entre dicho crecimiento económico y la distribución. Por que en una economía altamente salarizada como la uruguaya la evolución del salario real es un “proxy” adecuado de la distribución y al mismo tiempo, como lo veremos en la columna, lo es también del rol del Estado.
La base del análisis.
Desde 1950 Uruguay vivió períodos importantes de crecimiento económico, sustentado en visiones sobre el desarrollo diferentes. En 1950 venía con un crecimiento importante desde la segunda posguerra que se prolongó hasta 1957. Luego de un prolongado estancamiento de 16 años, con la dictadura se retoma el crecimiento entre 1974 y 1981; luego viene la crisis del 1982, una transición del primer gobierno democrático y una década de crecimiento en los 90. Luego vino la crisis del 2002 y la economía retomó su crecimiento en los 15 años del gobierno del Frente Amplio, que ya había comenzado en 2003.
En función del indicador elegido en cada uno de esos momentos (década de los 50, dictadura, los 90 y los tres gobiernos del Frente Amplio) que fue la comparación entre el crecimiento del PBI y de los salarios podemos agrupar los 4 modelos en 2 con resultados distributivos y 2 con resultados concentradores.
Los modelos distributivos.
Los dos momentos en que la distribución del ingreso en Uruguay tuvo un sesgo distributivo fueron el primero y el último de los 4 modelos de desarrollo.
Los gráficos 1 y 2 nos muestran la evolución del PBI y los salarios en crecimiento, cercanas a los niveles de crecimiento del PBI.
Este crecimiento económico acompañado de crecimiento de los salarios ya venía desde la segunda mitad de los años 40 y si bien se enlentece en los años 50 muestra salarios reales que crecen acompañando el crecimiento de la riqueza.
En este caso se da una linealidad muy clara entre ambos crecimientos, con enlentecimiento en los últimos 5 años tanto del PBI como de los salarios.
Los modelos concentradores
Claramente el segundo y tercer periodo fueron periodos en los que los salarios no acompañaron el crecimiento de la riqueza.
En los años de crecimiento económico importante durante la dictadura, los salarios no solo no acompañaron, sino que cayeron drásticamente, siendo un objetivo claro de la dictadura reducir los salarios.
El gráfico 3 lo muestra con claridad.
Por otra parte, en los años 90, luego de un periodo de transición con consejos de salarios y un enfoque ecléctico en materia de desarrollo, se inaugura un modelo de desarrollo diferente con fuerte énfasis en al apertura y la liberalización de la economía, cuyos resultados hacen que el salario real permanezca casi estancado con un importante crecimiento de la economía.
El gráfico 4 es claro.
En casi 10 años mientras el PBI creció más de 40%, los salarios 3,75%, es decir un orden de 0,5% por año, estancamiento puro.
O sea, tenemos dos periodos uno de caída del salario real y otro de estancamiento, al mismo tiempo que la economía crecía.
Las explicaciones.
Esta claro que el crecimiento económico no explica esta disparidad de evolución salarial, dado que todos fueron periodos de crecimiento económico.
Está claro que la famosa contradicción en que si crecen mucho los salarios habrá desempleo tampoco explica la situación ya que, en los dos periodos de mayor crecimiento del salario, el empleo creció de manera muy importante.
Lo que si explica el resultado final es los mecanismos de fijación salarial. La tabla nos muestra las 4 posibilidades de determinación del salario, cruzando la participación estatal con el mecanismo de negociación.
Part Del Estado/ Neg Colectiva | SI | NO |
SI | SI/SI (1) | SI/N0 (2) |
NO | NO/SI (3) | NO/NO (4) |
Como muestra el cuadro hay una forma de fijar salarios que combina participación del Estado con mecanismos tripartitos de negociación, que es el mecanismo 1. Otro que el Estado lo realiza solo por medio de mecanismos legales propios que es el mecanismos 2. Y luego los mecanismos 3 y 4 donde el Estado no participa, siendo el mecanismo 4 el más liberal, donde el mercado de trabajo (que lo sabemos desigual) fija los niveles salariales.
En el caso de Uruguay, los periodos de la década de los 50 (el conocido como de Industrialización de sustitución de Importaciones) y el período de gobierno del Frente Amplio fueron modelos de desarrollo cuya relación laboral estuvo sustentada en el mecanismo 1, es decir hubo negociación colectiva con presencia relevante del Estado.
Mientras los periodos de la dictadura y de los a los 90 se caracterizaron por no tener negociación colectiva. Mientras en la dictadura el Estado si participó con la meta de bajar salarios, en los 90 se dejó librado a la relación obrero/patronal la fijación de salarios, relación que es desigual por esencia.
Por ende, concluimos que el mecanismo que explica la distribución vía salarios, es decir la transformación de crecimiento en distribución es la existencia de negociación colectiva tripartita.
Si habláramos en términos futbolísticos, desde Maracaná la clase trabajadora empató 2 a 2 respecto a como la Economía Política los favoreció y los perjudicó.