El 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. En esta década hemos avanzado enormemente en derechos en Salud para la mujer en nuestro país.
La cobertura en salud tiene inequívoca incidencia en el pleno desarrollo de las personas e impacta notablemente en el desarrollo social en su conjunto. Por ello nuestro gobierno invierte tiempo, esfuerzo y recursos en Salud.
Salud implica recibir atención sin discriminación de ningún tipo, información en lenguaje sencillo y claro, un trato cordial y respeto por nuestro cuerpo, nuestra intimidad, nuestro tiempo y nuestras decisiones. No es suficiente, por más que sea imprescindible, la atención médica oportuna y un tratamiento adecuado.
A lo largo de esta década y media, hemos trabajado decididamente para terminar con estereotipos retrógrados basados en género, y hemos dado los máximos esfuerzos para incorporar un enfoque desde la diversidad así como para personalizar la atención. Esas son las claves para garantizar el acceso y atención en condiciones de igualdad y respeto, e implica aspectos claves a nivel operativo, estratégico y político. Es un cambio grande y ambicioso porque es un cambio integrador e igualador.
La incorporación del enfoque de género en la salud – no sin grandes resistencias -, ha dado como resultado que, ahora, las mujeres, tenemos derecho a contar, sea cual sea la institución prestadora de salud, con servicios de salud sexual y reproductiva –incluido IVE – donde la atención sea amigable, inclusiva, integral, oportuna, de calidad, multidisciplinaria, de carácter confidencial y privada, y a acceder a nuestra historia clínica y a información sobre nuestra salud, en cualquier momento. Hay prestaciones que redujeron sus costos haciéndolas más accesibles.
Tenemos derecho a técnicas de reproducción asistida de baja, media o alta complejidad en caso de esterilidad. Tenemos derecho a consultar, recibir orientación y atención por el equipo especializado en violencia (Equipo de Referencia en Violencia) en el centro de salud que elijamos.
Sin dudas son grandes avances, que más impactan en quienes más lo necesitan. Allí está otra de las claves de las políticas progresistas – accesibilidad con calidad -.
Lo cierto es que hemos avanzado a muy buen ritmo en este tiempo, en un asunto central, que antes estaba completamente abandonado e invisibilizado a pesar que afectaba los derechos de cientos de miles de mujeres.
Cuando escuchamos voces de políticos reciclados, lanzados, otra vez, en campaña electoral, que repiten que “Uruguay no avanzó en políticas sociales”, la realidad de cientos de miles de mujeres compatriotas los desmiente. Porque la Salud de las mujeres también es una prioridad para los gobiernos progresistas, y se ha logrado avanzar en ella como nunca antes en la historia de este país.
Lejos de conformarnos, vamos a seguir transformando derechos en realidades y derribando estereotipos que tanto han retrasado el desarrollo de las mujeres y de la sociedad. Lo del inicio, las mujeres uruguayas conmemoramos el Día por la Acción de la Salud de la Mujer, porque los derechos se conquistan.