Las exportaciones y la economía uruguaya: Una relación de dependencia Comercial Tecnológica

Escribe Daniel Olesker

Quisiera en esta nota analizar la evolución del comercio exterior del Uruguay en 2021, mostrando la contradicción principal que allí se genera entre un crecimiento muy relevante del valor y las ganancias de las exportaciones con su distribución en el resto de las clases sociales de la sociedad uruguaya.

Al mismo tiempo quiero reflexionar sobre el rol que este esquema exportador tiene sobre la continuidad y sostenibilidad de un proceso de desarrollo económico.

Y en ese marco,  quiero mirar este proceso tanto en los años de gobierno frenteamplista como en la situación actual.

Arranquemos por la cuestión de las relaciones internacionales y tomemos como base el enfoque de la dependencia.

El enfoque de la dependencia

El enfoque de la dependencia plantea que el aumento del grado de mundialización (que opera desde los inicios del capitalismo), supone un proceso de unidad del sistema, pero desarrolla una unidad dialéctica de contrarios. Es decir supone un desarrollo global de las fuerzas productivas desigual y combinado.

  • Desigual porque el ritmo de crecimiento de las diferentes zonas del mundo, de los diferentes países y de las diferentes regiones está sustentando es una brecha creciente entre los países centrales o dominantes y los países dependientes o subordinados.
  • Combinado porque el mayor desarrollo de unos se sustenta en el menor desarrollo de los otros y de esa articulación surge el marco necesario para sostener la acumulación mundial liderada por los países centrales. No se trata sólo de diferentes ritmos de desarrollo, ni de modernidad o retraso; se trata en cambio de articulación mundial desigual.

Definimos entonces la dependencia como una situación condicionante donde las economías de ciertos grupos de países (llamados dependientes) está condicionada por el desarrollo y la expansión de otras economías (llamadas dominantes).

Dichas economías dependientes redefinen y particularizan la situación condicionante general a partir de sus características específicas económicas y de relación de clases.

Dado el desarrollo de la Economía Mundial se ven cuatro formas de materialización de la dependencia:

  • Comercial
  • Financiera
  • Productiva
  • Tecnológica

La dependencia comercial se expresa en el intercambio de productos asociado a una división internacional del trabajo y supone una transferencia de excedentes (cuantitativa) por la vía del intercambio desigual y un condicionamiento de la estructura productiva (cualitativa) por la adecuación de la estructura productiva y laboral interna a dicha división internacional del trabajo.

La dependencia financiera, ligada a la expansión de préstamos internacionales para el desarrollo de infraestructura y producción capitalista, supone también transferencia de excedentes por la vía del pago de los intereses de la deuda y al mismo tiempo condiciona las estrategias productivas por el perfil de los préstamos.

La dependencia productiva supone transferencia de excedentes por la vía de los pagos de los dividendos y condiciona la estructura productiva por las áreas en que las empresas transnacionales priorizan la inversión.

La dependencia tecnológica se sustenta en el predominio creciente sobre la tecnología y su rol protagónico en el desarrollo productivo. Igualmente supone una transferencia de excedentes por el pago del uso de las marcas, las patentes, los royalties y al mismo tiempo el tipo de tecnología condiciona por ejemplo la dotación de mano de obra, el uso de la tierra, etc.

Finalmente es necesario plantear que este desarrollo desigual y combinado, sustrato de la dependencia, no se refiere a un tema de oposición de países, sino que la vehiculización de dichas relaciones se establece en las propias clases sociales internas.

De una parte quienes sustentan sus ganancias en los mecanismos de la inserción internacional desigual y por otra parte quienes son desplazados de dichos beneficios.

El corolario del punto anterior es que la dependencia en cada esfera (productiva, tecnológica, etc.) es la contracara de la dominación definida como el uso del poder en cada una de esas esferas y la consecuencia es la extracción de plus valor que refuerza la acumulación interna de los nodos centrales al tiempo que debilita la acumulación en los nodos periféricos. Nótese que no hago referencia a países sino a nodos, pues dentro de los países hay nodos centrales y nodos periféricos.

La división del trabajo en la coyuntura actual

A lo largo de la historia de la Economía Mundial la división internacional desigual y combinada del trabajo se basó en el esquema de productos industriales versus productos primarios. Sin embargo ese proceso fue mutando a partir de cambios en el propio desarrollo tecnológico y la expansión/deslocalización liderado ya no sólo por los Estados, sino en combinación con las Empresas Transnacionales. Por ello decimos que según las condiciones que posean, los países tienden a concentrar y agrupar determinadas funciones de producción que permiten maximizar las tasas de ganancia de las trasnacionales, lo que favorece la circulación del capital concentrado en pocas manos y, a la vez, externaliza los daños ambientales que este circuito de producción y consumo provoca al planeta. 

Dicha segmentación de la producción ha dado lugar al menos a cuatro eslabones típicos donde se ubican los países: 

1) los de frontera tecnológica, especializados en la investigación y el diseño, que lideran sectores industriales y de servicios basados en el conocimiento y que suelen concentrarse en países como EEUU, Alemania y Japón, 

2) los que desarrollan tecnologías complementarias, distantes todavía de la frontera tecnológica, pero de buen nivel de desarrollo entre los que se destacan países como Corea y Taiwán con productos y servicios de media y alta tecnología, 

3) los que ensamblan la producción o bien son productores de bienes de baja tecnología, en este campo sobresalen buena parte de los países del sudeste asiático y el este europeo,  

4) los proveedores de materias primas, donde destacan los países latinoamericanos y africanos. 

Caso especial es el tránsito vertiginoso de China que, comenzando en el nivel tres se mueve ya aceleradamente al dos y ahora pugna por encontrar un espacio protagónico en el nivel uno.

Las exportaciones de Uruguay en el año 2021

Como dije al comenzar 2021 fue un año de despegue de las exportaciones de bienes, que es nuestro objeto de análisis en esta columna. El cuadro 1 las compara con 2019, último año previo a la pandemia.

Es notorio el crecimiento exportador y es particularmente relevante en productos de la carne. Sin embargo las variables de la economía que explican la distribución de esos frutos no corren la misma suerte como muestra el gráfico 2.

La concentración exportadora del 2021

Cuando se miran los datos de la exportación de 2021, se encuentran tres grados importantes de concentración. Entre productos, entre destinos y entre empresas exportadoras.

El cuadro 1 nos trae la información para productos. Tomando el mayor nivel de agregación (a dos dígitos) los derivados de carne, madera, oleaginosos, cereales y lácteos representan el grueso de nuestras exportaciones (65%) y así lo son, con variaciones menores de rubros y con algún aumento de valor agregado mínimo, desde mucho tiempo atrás.

Cuando miramos por destino, más allá de la apertura desde 2005 de muchos nuevos destinos, los principales siguen concentrando la mayor parte de los destinos. Excluyendo lo que sale a partir de zonas francas, el cuadro 2 nos muestra que los principales 4 destinos representaron en 2021 el 57% del total y solo el primero, o sea China el 28%.

Lo que sale por zonas francas no cambia este esquema ya que, mayoritariamente tienen estos mismos destinos finales.

Este cuadro se vincula con el primero, ya que los tres primeros destinos representan ventas del país con muy escaso valor agregado. Argentina es la excepción donde predominan productos industrializados.

Finalmente el cuadro 3 nos muestra las principales empresas exportadoras, también que, a pesar de haber más de 1.500 empresas exportadora, las primeras 20 exportan la mitad del total.

Nuevamente los cuadros se vinculan, ya que en estas primeras 20 exportadoras, los rubros son los que concentran el eje exportador primario del Uruguay.

Un caso particular lo nuestra la carne que como muestra el cuadro 4, presenta un alto contenido de concentración en pocas empresas.

El contenido tecnológico de nuestras exportaciones

La explicación de este proceso está en el carácter clave, como muestra el capítulo de la dependencia en su fase actual, de la dependencia tecnológica. Y ello se ve en cuadro 5 que muestra las exportaciones uruguayas clasificadas por contenido tecnológico.

Las exportaciones uruguayas lo ubican en el grupo 4 de la división internacional del trabajo planteadas más arriba.

Síntesis

Es evidente que un crecimiento exportador por el tipo de matriz exportadora tiene efectos multiplicadores sobre el resto de la economía de menor porte. La clave está en la captación de parte de ese excedente por parte del estado y su redistribución hacia el resto de la economía. Es claro que en los 15 años de gobierno del Frente Amplio las políticas que permitieron distribuir con criterio de justicia social los excedentes del crecimiento exportador el FA fueron exitosas, lo que no ha sucedido para nada en 2021 ni es previsible suceda en 2022. Pero al mismo tiempo en lo que se refiere al cambio en la matriz productivo/exportadora los 15 años de gobierno del FA han mantenido el nivel de estructura primaria que viene de la propia historia del Uruguay.

Volviendo a la contradicción enunciada al comenzar esta columna, digamos que 2021 fue un gran año para el reducido número de grandes exportadores sin efecto positivo para las mayorías.