La salud de los uruguayos

Presidente Vázquez habló de lucha contra el tabaquismo en universidad de China

«No requiere enormes inversiones ni enormes esfuerzos, más que actuar en el terreno de la educación para promover la salud como un derecho fundamental», señaló el Presidente Vázquez ante una nutrida audiencia de estudiantes, investigadores y profesores de la Universidad Tsinghua, en parte de su exposición académica sobre el tabaquismo y el enfrentamiento encarado por Uruguay ante este severo problema de adicción y de salud.

El mandatario uruguayo, de visita desde el lunes 10 en China, añadió que la campaña encara desde su primer mandato de 2005 a 2010, está formada por medidas como el aumento de impuestos a la venta de cigarrillos y la obligatoriedad de que se comercialicen en envases neutros y genéricos y con advertencias sobre los riesgos de fumar para la salud que cubran la mayor parte de las superficies de los paquetes.

En ese sentido, Vázquez recordó la demanda impuesta por la empresa tabacalera transnacional Philip Morris y que se resolvió, en julio pasado, con un laudo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), ligado al Grupo Banco Mundial, que dio la razón al Estado uruguayo.

La empresa demandó en febrero de 2010 a Uruguay por las políticas contra el tabaquismo del primer mandato de Vázquez, quien equiparó hoy en Beijing esa sentencia con el triunfo de David contra Goliat al ser vencida la empresa transnacional por un país de 3,3 millones de habitantes.

«La lucha no fue nada fácil», afirmó.

En la oportunidad, el Presidente también habló de las enfermedades crónicas no trasmisibles que pueden ser evitables con cambios saludables en los hábitos cotidianos.

Actualmente este tipo de enfermedades ocasiona entre siete millones u 8 millones de muertes por año en el mundo.

Cambiar el modo el vida y las costumbres pueden ayudar a tener una vida sana, muchas de esas enfermedades que pudieran ser evitables si adoptamos maneras de vida, costumbres, que puedan ayudarnos a tener una vida más sana y más prolongada, apuntó.

Agregó que adoptar hábitos saludables no requiere grandes inversiones de dinero y si cambios en el terreno de la educación para prevenir enfermedades y prevenir la salud, como derecho fundamental de hombres y mujeres.

Señaló que en América Latina se gastan decenas de miles de millones de dólares por año para atender las consecuencias de este tipo de enfermedades, que se podrían destinar a educación, trabajo digno, vivienda o para erradicar la pobreza.

El Presidente citó entre las enfermedades cardiovasculares la insuficiencia cardíaca, los accidentes vasculares  cerebrales, que tienen como matriz de producción la hipertensión arterial y que se pueden combatir con medidas tan simples como realizar ejercicio diariamente o  comer con poca o nada de sal.

También se refirió a las enfermedades que constituyen el común denominador que conocemos como cáncer, el cáncer de piel, los tumores cerebrales, el cáncer de cuello de útero, y una de las formas de cáncer más graves, más mortales y evitables es el cáncer del pulmón ligado indefectiblemente al consumo de tabaco.

Subrayó que otra de las enfermedades crónicas no transmisibles son las enfermedades  pulmonares, sobre todo, a la fibrosis pulmonar crónica, como el POC, así conocida y la diabetes.
El tabaco es originario de América y su consumo fue reconocido por los seres humanos desde hace miles de años, teniendo fundamentalmente en sus inicios un uso ritual y religioso.

Luego de la conquista de América por los españoles se transformó este ritual de consumo de tabaco, en un gran negocio y así se difundió por todo el mundo.

“Pero durante siglos los productos de tabaco consumido se aspiraba o se mascaba, acá en oriente es muy frecuente. La industria tabacalera se encargó de agregarle productos químicos adictivos que suavizaron el humo del tabaco y se empezó a aspirar. Y de ahí en más comenzó la historia que hoy conoce la humanidad”.

Es en 1913 que se lanza por primera vez la publicidad del tabaco y desde allí se registró un aumento progresivo, constante y significativo del consumo de tabaco a lo largo de los primeros años del siglo XX.

Vázquez dijo que ese crecimiento se hizo exponencial durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando a las tropas estadounidenses se les proporcionó gratuitamente su ración de tabaco.

Agregó que una de las primeras evidencias que relacionaron el consumo del tabaco con el cáncer y sobre todo con el cáncer de pulmón se ubica a mediados del Siglo XX.

En la década del 60 en adelante, informes científicos británicos y estadounidenses establecen de forma categórica la relación entre tabaquismo y enfermedades graves.

Desde entonces se inician acciones generalmente de los países del mundo desarrollado que frenaron, primero, y luego prohibieron el consumo de tabaco.

Pero la respuesta de la industria tabacalera para la toma de conocimiento púbico del daño de consumo de sus productos, primero fue defender poniendo filtros a los cigarrillos. La industria tabacalera es el agente vector de estas enfermedades crónicas no trasmisibles, que no duda en matar clientes.

Es la única industria que produce algo para matar a sus propios consumidores.

Fuente: Presidencia

14 de octubre 2016