Escribe Daniel Olesker
- La economía y el método de análisis
La economía es una ciencia social cuyo objetivo es analizar los procesos de producción, distribución y consumo de la riqueza social generada.
Para abarcar el estudio es imprescindible un método de análisis que contemple el desarrollo de hipótesis teóricas de base, (siendo la abstracción el primer paso del análisis); -el desarrollo en extensión y profundidad de dichas hipótesis (la concretización progresiva); -y el contraste con la evidencia empírica de dicho fenómeno en el contexto sobre el cual se está analizando (verificación de la realidad).
Desarrollar este método se concreta en un análisis múltiple que se divide en tres grandes componentes de la ciencia económica: Por un lado la descripción económica, es decir los datos sobre los que se asienta el fenómeno que queremos estudiar. En segundo lugar la economía teórica, es decir el modelo sobre el que analizamos dichos datos. Y finalmente la política económica, es decir los instrumentos para actuar sobre dicho fenómeno.
- El análisis de la inflación
- Los enfoques teóricos
A lo largo de la historia de la Economía se han desarrollado múltiples explicaciones sobre la ocurrencia de la inflación. Podemos agrupar estas interpretaciones en tres grandes ejes.
Una primera interpretación es que este es un problema del mercado que, influido por el aumento de la demanda, fruto del crecimiento del ingreso de los hogares provoca un aumento de precios. (Inflación de Demanda)
Una segunda interpretación es que han aumentado mucho los costos de producción y ello lleva a la necesidad de aumentar los precios para absorber dichos costos de producción. (Inflación de Costos)
En una economía pequeña y abierta como la de Uruguay en el análisis de costos tiene un rol relevante el de la importación y por ello es importante en el análisis de la inflación la política del tipo de cambio. Por la misma lógica, incide en el precio final de los productos que se exportan dado que los exportadores tienen como marco de referencia mínimo para el precio en el mercado interno, lo que obtienen en el exterior (producto del precio internacional multiplicado por el valor del dólar).
Otro aspecto tiene que ver con los costos nacionales donde es necesario analizar la evolución de los salarios y en el caso uruguayo el importante papel del Estado, dado que los precios fijados por el Poder Ejecutivo (agua, luz, internet, combustibles) son cerca de la cuarta parte del índice de precios al consumo.
Finalmente una tercera interpretación está asociada a los remarques de precios que realizan las cadenas oligopólicas usando su poder de mercado para obtener ganancias extraordinarias.[1]
En estos modelos (denominados de pugna distributiva), los precios se establecen como resultado de un conflicto social y se asocian como hipótesis central al hecho de que en el desenvolvimiento de la inflación, el gobierno actúa como seguidor del sector privado por oposición a las hipótesis monetarias y fiscales que postulan un liderazgo por parte de las autoridades.
- Los Datos
Para analizar la coyuntura actual de la inflación los principales datos pueden resumirse en 3.
- Un proceso de crecimiento continúo de la inflaciónal menos desde mayo de 2021, agudizado en el primer trimestre de 2022.
- Un proceso que tanto en el anterior pico de inflación (marzo-mayo de 2020) como en este tuvo especial impacto la inflación de alimentos. Para dar una idea la inflación anualizada de alimentos fue en marzo de 2021 3,3% y subió en marzo de 2022 a 13,5% por encima de la inflación general, como había sucedido entre marzo y mayo de 2020.
- Un aumento de los principales ingresos de los hogares (en el caso uruguayo salarios y jubilaciones que explican el ingreso principal de 2 de cada 3 hogares) por debajo del nivel de aumento de los precios.
El gráfico 1 muestra el primer punto y los gráficos 2 y 3 nos traen el punto 3.
- Una Síntesis
En el Uruguay de la coyuntura actual debe descartarse la inflación de demanda, dado el bajo nivel de crecimiento del consumo de los hogares y es claro que no hay un problema de costos salariales, dado que estos están cayendo.
Asumimos que la inflación en Uruguay es un resultado de tres variables: por un lado la puja distributiva que permite a los segmentos oligopólicos de las cadenas remarcar precios, un componente de inflación importada y una política pública de ajustar tarifas en exceso. En este último caso recordemos los datos: el Gas Oíl aumentó su precio en 34% en los últimos 10 meses; la Nafta 28% y el Super Gas 20%.
- Los impactos de la inflación
El proceso inflacionario desatado en Uruguay se da en un contexto de reducción de salarios y pasividades. Por ello un primer impacto es el de la reducción de ingresos de la clase trabajadora y por ende un proceso de concentración de ingresos.
En segundo lugar en la medida que la inflación es un fenómeno cotidiano en el que salvo los precios regulados por el Estado que aumentan en momentos fijos (tarifazo, el reajuste de alquileres), los demás precios aumentan permanente y los salarios y jubilaciones se ajustan anualmente o en algunos casos semestralmente, hay una transferencia de ingresos desde estos ingresos fijos a aquellos variables.
El gráfico 4 muestra claramente esta situación para los dos primeros años de gobierno.
En teoría, esto es lo que llamamos una renta inflacionaria. En el lenguaje sindical por su forma les hemos llamado “los triangulitos”. Claro que aquí como los ajustes temporarios ni siquiera alcanzan los precios, los triángulos se han transformado en trapecios.
Por lo tanto concluimos que la principal función en una economía capitalista de la inflación se refiere a la redistribución de ingresos; sea por la vía de remarcar precios para obtener ganancias adicionales, sea por el mecanismo de divergencia entre los periodos de ajustes de precios y de ajustes de salarios y jubilaciones.
- Las medidas planteadas por el Gobierno
Básicamente se han tomado dos medidas:
Desde agosto del año pasado, el Banco Central (BCU) comenzó a aplicar una política monetaria de sesgo más contractivo, con el objetivo de contribuir a la reducción de la inflación. En 7 meses se hicieron 5 ajustes de la tasa de política monetaria (TPM), pasando de 4,5% en julio de 2021 a 7,25% en febrero de 2022. Como mostramos en el diagnóstico no hay inflación de demanda por ende es una medida sin sentido, ineficiente (como ha quedado demostrado en estos meses) y que al mismo tiempo, puede tener un impacto negativo en reducir el consumo en una economía que recién está empezando a recuperarse tras la caída de 2020.
Por otra parte en dos proyectos de ley se ha exonerado de IVA al asado y algunos productos panificados que tienen IVA mínimo (10%) y sumando todos los productos, se trata de aproximadamente el 3,8% de la canasta de consumo de los hogares. Por ende, una reducción del IVA de 10% a 0% tiene un impacto del orden de 0,38% en términos de ahorro para los hogares. A modo de ejemplo, en un hogar con 50 mil pesos de ingreso, el ahorro es de 190 pesos por mes.
En síntesis se ha enfrentado un grave problema con medidas ineficaces, tardías e insuficientes.
- La perspectiva del gobierno actual
Para ver el futuro debemos por un lado concentrarnos en los impactos de la inflación y tomamos como referencia la estimación de inflación de los analistas que la ubica para 2022 en un orden del 8%.
El gobierno previó 5,8% para 2022 y 3,7% para todo el primer semestre. Estas previsiones fueron incorporadas en los ajustes salariales otorgados en enero para los públicos por todo el año, y para los privados por el primer semestre.
En el caso de los trabajadores del sector público, dos tercios del ajuste anual fueron absorbidos en tres meses. En el caso de los privados, en tres meses ya se supera toda la inflación proyectada para 6 meses. Respecto a los jubilados, el ajuste fue de 6,16% por lo que la inflación ya se “comió” tres cuartas parte de un ajuste anual en solo 3 meses.
La conclusión es muy clara: es casi seguro que el inicio de la mejora salarial para retornar a los niveles salariales de comienzos de 2020 no se dará. Será una promesa incumplida por el gobierno y cuya consecuencia es que el salario real promedio caiga por tercer año consecutivo o en el mejor de los casos permanezca estancado (algo altamente probable). En tres años habrá más riqueza en el país (recordemos que en el segundo semestre de 2021 se alcanzó el nivel de PBI del segundo semestre de 2019) pero los salarios estarán por debajo del nivel de 2019.
El problema distributivo no se agota allí. Es importante la mirada larga de todo el período de gobierno que ha dicho una y otra vez que al final del quinquenio se recuperara el salario real al nivel de 2019, empezando esa recuperación en 2022. Ya vimos que es altamente probable que incumpla esta promesa y ello dificulta que cumpla la otra, es decir llegar en 2024 al nivel de 2019.
Sin embargo si la cumpliera, y asumamos por un momento que lo hace, la concentración del ingreso será importante igual. El gráfico 5 nos muestra una estimación del salario comparando el mínimo que garantizaba la ley de presupuesto del 2010, es decir que se asegurará a las trabajadoras y los trabajadores la inflación del año anterior (como sabemos en 14 de los 15 años de gobierno del Frente Amplio los salarios aumentaron más que la inflación).
La pérdida (la U del gráfico) es muy relevante sumada a las transferencias que ello implica desde los jubilados. En su momento habíamos estimado para los 5 años en un orden de 4.500 a 5 mil millones de dólares dicha transferencia.
En síntesis como dijimos al comienzo, el proceso inflacionario en sus dos picos (al inicio del gobierno y en estos últimos meses) ha sido una herramienta clave en el cumplimiento del verdadero programa del gobierno que es la rebaja salarial y por ende la concentración de los ingresos.
Nota: en el lapso de tiempo entre que escribí el artículo y su publicación, el Gobierno anunció medidas de aumento de salarios y jubilaciones. A cuenta de próximas notas y un análisis de ellas, sobre el momento y sobre el monto, ahora solo quiero decir:
El gobierno luego de cuestionarlas, aceptó que ésta era una solución imprescindible para el problema.
[1] Kalecki, M, (1943): Political aspects of full employment. Political quarterly, octubre-diciembre.