La herencia de Vivían Trías

Escribe: Karina González, Brigada “Latas Stones” de Las Piedras, Juventud Socialista del Uruguay

El título de este artículo busca reivindicar la idea de herencia cultural en su más amplio sentido. Apela a la riqueza de recibir un legado de la comunidad, atesorarlo, darle valor, resignificarlo, ampliarlo y asumir el preciado compromiso de hacerlo llegar a la siguiente generación. Si han tomado contacto con testimonios de discípulos, amigos/as y compañeros/as de Vivian, habrán constatado que nadie se refiere a él sin emoción y que cuando lo recuerda repasa un poco de su propia vida. Nos cuenta cuándo y dónde lo conoció, qué circunstancias de la vida le dieron la suerte de ese encuentro, la profundidad del contacto, la humanidad y la apertura de Vivian, la escucha, el debate. Creo que todo eso es una constante en quienes lo recuerdan, porque su legado fue removedor a escala del pensamiento latinoamericano, pero a la vez a nivel de los colectivos e individuos concretos que convivieron con él. A 40 años de su muerte, quienes lo conocieron no quieren dejarlo ir y eso es una suerte y un privilegio para quienes no lo conocimos de primera mano.

Herencia en primera persona

Ahora voy a mi historia, porque esa constante de sentirlo muy presente en el devenir de nuestras vidas, también se traslada a lo que Gabriel Quirici ha llamado “los nietos culturales de Vivian”. Mi nombre es Karina, soy de Las Piedras, tomé un primer contacto con la herencia de Vivían en mi adolescencia. Mis padres son socialistas, Julio mi papá, fue su estudiante en el Liceo 1 Manuel Rosé de Las Piedras. Ahí arrancaron las anécdotas, las que lo describían como un extraordinario docente. Cuando me encontraba en sexto de liceo, en el querido Manuel Rosé, tuve la suerte de encontrarme con otro de sus discípulos, el profesor Heber Freitas. Si bien en casa había libros de Vivian, Heber nos puso en contacto más profundamente con su obra. En un programa de historia latinoamericana y nacional, esto era ineludible. Así aprendimos sobre el imperialismo, el subdesarrollo, la concentración de la riqueza en el Uruguay, el latifundio, la banca, los sectores populares. Esta experiencia nos abrió la mente a nuestros escasos 17 años. Con mi amigo y compañero Germán García nos animamos a ir a las primeras charlas de las que supimos de la filial de Las Piedras de la Fundación Vivian Trías. El paso siguiente fue entrar al IPA a formarnos como profesores de historia. La herencia estaba tempranamente dejando huellas en nuestra vida. Otro hito fue la denominación como “Vivian Trías” del Liceo 4 de Las Piedras. Recuerdo que la Fundación estuvo muy comprometida con este reconocimiento. Mi hermana Valentina -cursaba tercer año de liceo- tenía la tarea de contar a sus compañeros/as en el acto denominación del liceo, por qué la figura de Vivian era tan importante para nuestra ciudad. El armado colectivo de aquel discurso, recogiendo experiencias de sus alumnos/as y su compañeros/as, aún me emociona. Ahí estábamos, en nuestra adolescencia e incipiente juventud, tratando de hacer llegar a más personas el legado de Vivian. Reflexionando un poco sobre eso, pienso que es algo que tiene la herencia de Vivian, nos hace sentir que es necesario compartirla, sus ideas y su impronta lo hacen imperativo.

En el Partido Socialista esta experiencia se profundizó. Desde las charlas más cotidianas en el Seccional Vivian Trías de Las Piedras, a las instancias especiales de formación, Vivian aparecía en los testimonios de Heber, Bebe Silva, Ángel Spinoglio, Juan Valentini, Uruguay Ortíz, así como otros compañeros del PS como Aldo Guerrini, José Díaz. Años después, desde la Secretaría de Formación de la Juventud Socialista del Uruguay, tomamos contacto con Carlos Machado, en las clases que dictaba quincenalmente en la FVT. El recuerdo de Vivian siempre estaba, e intuyo que también su forma de enseñar. El magisterio ameno, llano y de gran profundidad a la vez, que nos describían de Vivian, estaba en las formas de transmitir de Carlos. Al terminar la clase no dudaba de buscar excusas para seguir charlando.

Un homenaje a Trías en palabras de mis compañeros

En este apartado, reivindico la tradición oral como medio para sostener este legado, por ello evocaré algunas expresiones que vienen a mi memoria, de intercambios personales y espacios en donde se lo recordó a Vivian colectivamente.

  • No hubo alumno que no le gustara la historia como la contaba Vivian” Juan Valentini

La primera faceta que quiero recordar es la de docente. Esta afirmación de Juan, es una constante de quienes tuvieron a Vivian como profesor en el liceo de Las Piedras, la cual va acompañada de miradas que se iluminan y mucho agradecimiento. Sus estudiantes cuentan que el aula se convertía en un lugar mágico, que sabía hilar los hechos de forma que resultaran atractivos para los/las jóvenes y que enseñaba con lógica. Uruguay decía que Vivian nunca daba el programa, lo que daba era mucho mejor. Despertaba el deseo por aprender y este no terminaba en el aula, los/las estudiantes del nocturno quedaban con deseos de saber más y por eso la clase solía continuar fuera del liceo.

  • Por influencia de Vivian me dediqué a estudiar historia” Julio Louis

Vivian sembró vocaciones, Julio, Carlos, Heber y muchos otros evocan el papel fundamental que tuvo al momento de elegir sus carreras como docentes de historia. Carlos Machado nos contaba con emoción su ingreso al IPA. Recordaba que en la década de 1950 existía un cupo de ingreso de 10 estudiantes por asignatura. Si bien se solía preparar la prueba de ingreso por un año, sus circunstancias de vida lo hicieron aventurarse a darlo a dos meses de salir de preparatorio. El día de la prueba le tocó una bolilla que no había llegado a preparar, pero que desarrolló a partir de los diálogos que había entablado con Vivian. Esto lo posicionó como el primero de los 10 de su generación, lo que se explica con agradecimiento por la originalidad de la perspectiva de Vivian. Heber nos contaba que la biblioteca de Vivian era enorme, que estaba abierta para sus estudiantes y compañeros/as, y que admirablemente no vacilaba un momento al encontrar el libro del tema que le pidieras.

  • Fue un compañero y un maestro” José Díaz

En segundo lugar, deseo rescatar cómo se posicionaba en su vida política. Sus compañeros/as lo reconocían como el referente más importante del Partido Socialista en su época, señalaban que sus aportes fueron claves en la creación del programa de la izquierda en el Uruguay y que su proyección era latinoamericana. Sin embargo, Julio contaba que escuchaba al loco, al analfabeto. Uruguay recuerda que no aplastaba con su saber a los compañeros jóvenes, confiaba en su capacidad de interpretar el mundo, se nutría de ellos y los nutría. Bebe recuerda que impulsaba a todos los compañeros a pensar, más allá de su formación. Asumía de esta manera esa postura de referencia y de igual, que era admirable.

  • Y uno se siente culpable, porque se nos fue joven y él estaba escribiendo y nosotros le golpeábamos la ventana, se sacaba los lentes, miraba quién era y nos hacía pasar” Uruguay Ortíz

Todo/as recuerdan su enorme disponibilidad. Vivian leía y escribía de noche. Los jóvenes tenían ya por costumbre golpear su puerta para pedir consejo o hacerle preguntas. Quienes iban a visitarlo desde Montevideo, recuerdan el viaje nocturno en tren o en el 130. Los recibía y charlaban toda la madrugada. Siempre tenía un mensaje de claridad ideológica, pero sin nunca perder lo humano. Aldo relataba que podía hablar horas de los efectos del imperialismo y de repente saltaba a los temas de la vida inmediata de los jóvenes, donde les aconsejaba cuidar sus afectos, tener sus familias, en definitiva, ser como son los uruguayos, para propiamente entender a los uruguayos sin aislarse en esa cosa ideológica permanentemente. Bebe recuerda que a veces le pedían consejos que eran casi para ser pedidos a un padre. Heber nos contaba que en la previa al plebiscito de 1980 los jóvenes acudían a consultarlo y él desde su cama, muy afectado ya de salud, los atendía con la fuerza que tenía y daba el mejor de los consejos.

  • Tenía una exactitud en sus apreciaciones absolutamente ajena al resto de ese discurso político de barricada, sino preciso, estudiado, analizado.” Bebe Silva

En tercer lugar, me concentraré en la claridad de su visión y en su forma sin precedentes de construir el discurso político. Carlos destacaba su sobresaliente capacidad de análisis y Heber recuerda que era capaz de entender el mundo, incluso casi como adivinar lo que venía. Se diferenciaba de los discursos políticos tradicionales, acartonados, solemnes sin conexiones con la realidad cotidiana de la gente en muchos casos. Aldo Guerrini recuerda cómo con sus discursos te educaba y te emocionaba al mismo tiempo. Bebe nos contaba cómo se subía a un cajón en la plaza de Las Piedras y las personas se congregaban de espontáneamente alrededor. Juan evoca cómo incluso blancos y colorados se arrimaban de forma disimulada a escucharlo, porque nadie quería perderse la claridad de sus planteos.

  • Vivian se dedicó a redescubrir el artiguismo, el caudillismo, el sentido de Patria grande, los vínculos regionales y de alguna manera incorporarlos al programa de la izquierda” Heber Freitas

En cuarto lugar, quiero dedicarle un espacio a la redimensión del artiguismo. Uruguay señalaba que los hizo conocer al “Artigas verdadero” y ser en consecuencia artiguistas. Fue parte fundamental del impulso de los años ‘60, en que numerosos/as historiadores/as se dedicaron a desmitificar la figura de Artigas, de hacer conocer su cara más popular, pero tuvo el plus de vincularlo con las luchas de aquel presente. Sus compañeros/as le reconocen la responsabilidad de llevar al artiguismo a los principios en torno a los cuales se forjó la unidad de la izquierda.

  • En su libro «La Reforma Agraria en el Uruguay», Vivian desmenuza la composición de la oligarquía, lo que él llamaba la constelación del latifundio y demuestra que hay mucha vinculación entre los dueños de la tierra, de la banca y de la industria. Y ahí descubre las famosas 500 familias.” Aldo Guerrini

En quinto lugar, destacar la forma en que Vivian aterrizó en lo concreto la denuncia de las relaciones del poder de la prédica marxista. Dio fundamento a la teoría que muchos referentes repetían, le puso nombre y apellido a quienes tras años de acumulación se habían vuelto los dueños de Uruguay. Esta vinculación entre la teoría y la realidad nacional fue la que le dio su carácter de intelectual transformador.

  • Vivian en su trabajo «Raíces, apogeo y frustración de la burguesía nacional», desentrañó que el rol de la burguesía en el mundo subdesarrollado era diferente al asumido en las revoluciones del viejo mundo. Un enfoque enteramente novedoso. Él no hacía el traslado de los textos marxistas como un canon que debiera repetirse, como la receta” Carlos Machado

Como última faceta a la que dedicaré un espacio en este breve artículo, me referiré a la importancia de la construcción del socialismo desde una perspectiva nacional. Este fue un diferencial a las posturas que se comprometían con visiones importadas, que poco tenían que ver con los/las uruguayos/as. José recuerda que se proponía pensar un socialismo propio como concepción político – ideológica, desde las raíces del país mismo. Resaltaba la necesidad de construir nuestras patrias dentro de la patria grande latinoamericana.

A modo de cierre quiero expresar, que a 40 años de su fallecimiento es fundamental reivindicar la claridad de sus planteos, la profundidad de sus investigaciones y análisis, invitando a releerlo, y la humanidad de su relacionamiento entre compañeros, instándonos a reinstaurar ese sentido de fraternidad y solidaridad en nuestras relaciones cotidianas. Hoy homenajeamos a Vivian y me tomo la libertad de homenajear también a quienes nos lo hicieron familiar y cercano. Los y las invito a continuar este legado, por las generaciones actuales y las que vienen.