Exposición en la media hora previa de la sesión del miércoles 11 de abril.
En el día de ayer, durante la media hora previa de la sesión de Cámara de Diputados, nuestro compañero Enzo Malán, se refirió a las lógicas opresivas del patriarcado y sus consecuencias en la sociedad.
En su intervención afirmaba que un proyecto político que pretenda gestar alternativas para profundizar la democracia, debiera plantearse como reto despatriarcalizar la sociedad para el pleno desarrollo de las mujeres y de los varones.
Visualizamos al capitalismo por su crueldad y sus consecuencias económicas para la clase trabajadora y los pueblos del mundo, pero muchas veces no evidenciamos que ese capitalismo tiene una contracara cultural e ideológica, cuyos daños son tan terribles como los económicos, y a su vez los legitiman, reproducen y amplían. El patriarcado es incluso preexistente al capitalismo pero el capitalismo cultural se potencia en sociedades patriarcales.
Por estas razones, concluimos que no es posible construir una nueva realidad -más humana, justa, libre y solidaria- si no asumimos conscientemente la necesidad de despatriarcalizar la sociedad.
Mientras esto se planteaba en la Cámara, en las instalaciones del anexo del Palacio Legislativo, y justo cuando se cumplían 5 años de la aprobación, en esta misma casa, de la ley de matrimonio igualitario, un grupo de personas cargadas de ideología patriarcal atacaban con falacias nuestra lucha.
Una conferencia que aportó a dividir, apostó al odio, a la discriminación de colectivos históricamente oprimidos, a la burla de la izquierda uruguaya y su trabajo. Nada más lejos de la búsqueda del diálogo, la libre expresión de las ideas y la construcción de una sociedad plural y diversa, que hacia afuera se mencionan como justificación.
Ahora todos se desmarcan pero responsabilidades debe haber y corresponde que quienes propiciaron esta actividad las asuman y pidan disculpas públicas a quienes han sido ofendidos, y a la sociedad en su conjunto por contribuir a promover el enfrentamiento y la violencia.
Como socialistas, como personas de izquierda, no podemos aceptar que se manche la causa de la libertad de expresión alimentando, en su nombre, el odio y el ataque a la dignidad de las personas.
Lo sucedido es otra evidencia de la existencia de un pacto social (el patriracado), que ha garantizado el monopolio masculino- heterosexual del poder, y también de la fuerte ofensiva internacional y local por sostenerlo, estimulando posturas extremistas y reaccionarias que se vinculan con intereses partidarios y de clase.
Trabajar contra eso requiere estar atentos para erradicar las actitudes, costumbres y representaciones que reproducen el machismo, la misoginia, la homofobia, en cualquiera de nuestras prácticas, experiencias y discursos cotidianos.
Insistimos, en el urgente abordaje de la temática en lo cultural y educativo. Nuestras instituciones educativas, deben ofrecer en formas urgente y sostenida en el tiempo oportunidades de formación a los docentes y materiales didácticos para acompañar los procesos de educación sexual con una perspectiva de género.
Es imprescindible que comencemos a construir valores para una nueva sociedad. Lo sucedido ayer fue un hecho más, de tantos, que nos recuerda que la lucha política, ética, cultural es de todos los días y que no hay ámbitos neutros ni conquistas definitivas, que las leyes son construcciones reversibles, que los conservadores están ahí, y que en muchas vidas los cambios aún no son realidad.