Palabras del Compañero Enzo Malán, Diputado por el Departamento de Soriano, el día 4 de octubre en el homenaje realizado a Gastón Ciarlo, “DINO” en Cámara de Representantes.
La Cámara de Representantes, representantes del pueblo uruguayo todo, hace hoy un alto para homenajear, para agradecer también. Quizás, hay cosas que los humanos deberíamos aprender a hacerlas en vida, pero más allá de homenajear y de agradecer, está bueno y creo que es justo reconocer y recordar, o sea, pasar por la mente, pasar por el corazón a un referente de la cultura uruguaya: Gastón Ciarlo, Dino.
Saludamos a su familia que se ha hecho presente junto a amigos y también a referentes de la cultura nacional: muchas gracias por prestigiar con su presencia este homenaje de la Cámara de Representantes.
Gastón Ciarlo nació el 30 de setiembre 1945 en Montevideo, en el Barrio Sur: hace una semana hubiera cumplido 77.
Gastón, a los pocos años ‑era un niño‑, empezó a estudiar guitarra, instrumento que marcó su vida; tenía como referente a Bob Dylan.
En 1966 debutó con su grupo Los Gatos; además, con ese conjunto tuvo un programa de radio en la emisora Ariel, en la que se dedica a promover nuevos talentos.
En 1967 viaja a Brasil, donde conoce la Tropicália. Allí nace su conocida idea de pasar los sonidos del mundo por el tamiz de lo local; cambia su universo compositivo, convirtiéndose en uno de los pioneros del candombe-beat, iniciado por El Kinto, y la fusión de la milonga con el rock.
El mismo año, señor presidente, forma el grupo Los Orthicones, y al siguiente, en 1968, publica Sendero de Rosa, y Rubio es el color, ambas canciones de su autoría. También publica el simple Hay Veces, uno de los pioneros del candombe-beat.
El primer álbum lo grabó, como decíamos, con Los Gatos, en 1969, y en noviembre de 1970 editó su disco Underground, siendo este su primero como solista. En la tapa del disco ya decía «Dino», como era conocido popularmente.
Al año siguiente, en Montevideo, fundó Montevideo Blues, con quien grabó en 1972 el disco homónimo de la banda, el que tenía como primer tema el himno Milonga de pelo largo, éxito que el pueblo uruguayo adoptó como propio y sobre el que Dino, con esa sinceridad firme que lo caracterizaba, supo argumentar. En alguna oportunidad dijo: «Porque fuese donde fuese tenía que cantarla, y yo siempre pensé que había llegado a hacer canciones mucho mejores que esa. Pero es una canción que la gente siempre reclamó como propia, y que habla de cosas que le pasan a todo el mundo. Hay gente que llora cuando la canto, y eso es algo que me impresiona mucho».
Esto lo dijo en una entrevista que le hizo Página 12 en 2002.
En 1973 se incorpora a Los Moonlights, con quienes tuvo gran éxito nacional y regional. Con ellos edita un disco con el mismo nombre, que fue un gran éxito y que lo posicionó como centro de la admiración pública.
Dino abandona el éxito comercial, local y regional de la banda con amigos para formar Cero Tres junto a Chichito Cabral y Yamandú Pérez, con los que registra en 1974 el álbum Tengo mucho miedo.
Luego de esa experiencia, vuelve nuevamente con Los Moonlight y graba su segundo disco con esta banda, llamado Moonlight hoy.
En 1977 graba su material solista Vientos del sur, al que le suceden Hoy canto, en 1979, y Los Tanos, en 1983.
En 1980 se presentó junto a Hugo Trova en un ciclo de recitales que llamaron TrovaDineando.
En 1984 formó el grupo Kien, con el cual editó su disco Punto y Raya.
A principio de los noventa se instala en Suiza durante cinco años y a su regreso, después de casi una década sin tocar la guitarra, se agrupa con La Dolores, banda cuyo nombre hace referencia a la ciudad de Dolores, de nuestro departamento de Soriano, en la que vivió hasta sus últimos días. En 1997, con esta banda editó su álbum Cruzar el río.
En el año 2000 es distinguido con el Premio Morosoli a la música popular; en 2001 es declarado Ciudadano Ilustre de Montevideo por la Junta Departamental y en 2002 es preseleccionado para los Grammy Latinos.
En el mismo año, con la cantautora Vera Sienra, realizó una serie de espectáculos, que luego decantó en la edición del álbum Mi ciudad y su gente, en el 2005.
En 2006 recibe el Premio Graffiti a la trayectoria y en el mismo año editó, junto a Carlos Alberto Rodríguez, Milongas Cruzadas.
En 2007 se edita Volumen II de la banda Los Kafkarudos, que formó junto a Tabaré Rivero, Alejandro Ferradás y Walter Bordoni.
En 2009 Dino lanza Prehistoria de Dino.
En 2010 graba Vivo y suelto, que fue su último trabajo de estudio.
Desde 2015 tocó acompañado de su hijo Bruno, y en 2016 se sumó su hijo menor, Santiago.
En 2019 surge la idea de grabar un disco de canciones que Dino tuviese ganas de reversionar y empezó a dar forma al último disco que editaría: Dino y sus Ciarlobacterias. Cumplió un sueño grabando con sus hijos músicos.
Sin duda, sus canciones conquistaron el afecto de su pueblo, pero también influyeron en la sensibilidad de destacados artistas como Alfredo Zitarrosa, Jaime Roos, Luis Eduardo Aute, Eduardo Mateo, Fernando Cabrera y Eduardo Darnauchans, entre muchos otros.
Gastón Ciarlo era una persona sencilla, que disfrutaba de las cosas simples. Le incomodaba la fama, el éxito comercial. Disfrutaba con amigos de lo común. Tocaba lo que quería; hacía música con lo que sentía. No estaba a merced del mercado y de sus exigencias. No le gustaba que le dijeran qué tenía que hacer. Eso marcó toda su vida.
También marcó sus últimos años el 15 de abril de 2016, cuando Dolores sufrió un tornado. La casa de Dino, de Margarita, su pareja, y de su hijo Santiago fue una de las afectadas. Eso también motivó su sensibilidad y lo llevó a escribir en su disco Memorias Nuevas la canción 15/04/2016. Es un tremendo disco, en el que también lo acompaña su hijo en el bajo.
Para cerrar esta intervención quisiera extraer dos frases que están en esa canción 15/04/2016, que marcan su trayectoria y su sensibilidad de izquierda, con la vida, con los de abajo, con las causas sociales. Una de ellas, que repite el estribillo, dice: «Dolores, Dolores, cuanto sufrieron los pobres». Sin duda, marca una mirada; una sensibilidad por los más desvalidos, y resalta la solidaridad de las juventudes, pero impresiona cómo termina esa canción, pues marca un proyecto y una mirada esperanzadora de la vida. Y dice: «Cuando un pueblo se organiza deja paso a la esperanza».
¡Hasta siempre, compañero Dino!