Homenaje a las mujeres afrodescendientes y caribeñas

En el marco de la Conmemoración del Dia Internacional de la Mujer afrolatinoamericana, afrocaribeña y de la diáspora, en la Junta Departamental de Cerro Largo, se realizó una actividad recordatoria así como un homenaje a la Sra Edil Marina Silva (fallecida recientemente).

25 de julio, en homenaje a la lucha de la quilombola TEREZA DE BENGUELA se nomina a esta fecha como DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER NEGRA- LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA.

Ficou sozinha entao

A jovem e linda Tereza

Que de escrava humilhada

Passou a ser realeza

O quilombo comandava

Sem jamais mostrar fraqueza

No Quilombo Quariterè

Tereza criou um parlamento

Darci Alves de Souza Moura

 

Las mujeres negras son  niñas y jóvenes y adultas, beneficiarias de cuotas y de becas, estudiantes, trabajadoras, Madres, activistas sociales y políticas, desempleadas. Víctimas de violencias, de discriminación por ser mujer y negra, por ser trans y negra, por ser gorda y negra, por ser pobre y negra, por ser vieja y negra. Ser negra adquiere un significado específico: la triple discriminación –mujer – negra – pobre.

Encontramos políticas públicas de  discriminación positiva, organizaciones sociales que trabajan el tema,  grupos virtuales, otras manifestaciones que buscan abordar desde el empoderamiento  un hecho social profundo con un origen  histórico, ideológico y político.

En nuestro país, desde lo público se ha ido construyendo y se construyen diversas acciones enmarcadas en  políticas de discriminación positiva y que tienen como punto fuerte reivindicar desde el Estado y visibilizar las grandes injusticias que la sociedad uruguaya construyó desde antes del nacimiento del país. Porque es necesario decirlo y enmarcar el presente. El URUGUAY, desde  su independencia  como  novel país – su Estado – hereda una mirada racista y discriminatoria que se expresa claramente en un proceso de abolición de la esclavitud y que se relaciona con hechos que ameritan cambiar la situación de los esclavos por necesidades bélicas. La Ley de abolición de la esclavitud – diciembre de 1842- en pleno conflicto de la GUERRA GRANDE es creada   luego de firmar un acuerdo con Gran Bretaña para terminar con la trata y tráfico de personas negras.  Dicha ley, Nº 242  junto con la abolición  dan un destino; los hombres al servicio del ejército y las mujeres pupilas de sus amos y se introduce el concepto de colono africano.

Las mujeres pupilas que siguen trabajando en los quehaceres domésticos son las abuelas de las mujeres negras de hoy, que heredaron por bajos salarios trabajo como empleada doméstica o de  criada de alguna familia de abolengo. Siguen siendo la población más pobre  y con múltiples dificultades para acceder a los derechos inherentes a la persona humana.

Esas mujeres que pasaron de ser esclavas a ser de las primeras mujeres solas jefas de hogar, porque los hombres estaban en la guerra, y eran las lavanderas y planchadoras con almidón, las cuidadoras de enfermos, las chacreras, niñeras, las manos negras que cocinaban mejor…

Este homenaje es válido y legítimo si todos y todas partimos desde conceptos claros, si los internalizamos y tratamos en nuestra vida diaria de reparar desde nuestra acción los debes que como sociedad tenemos. Es por ello que invito igual que en una ocasión similar que nos convocaba a esta sala de SESIONES DE LA JUNTA DEPARTAMENTAL la  necesidad de  reflexionar; hacer el deslinde,  de prejuicio, discriminación y racismo, palabras con potente significado que a muchos molesta.

El prejuicio es una actitud racista de fuero íntimo, de convicciones personales que cada uno de nosotros construye desde su subjetividad.

Discriminación es el efecto de esa convicción personal en la esfera pública, la exclusión de personas o grupo de personas de los derechos y servicios.

Definir la situación de las mujeres negras desde la valiosa mirada de la academia y en un ejercicio de enumeración de políticas de estado -su aplicación y reclamos legítimos- no es suficiente para entender y defender las consecuencias del racismo, sin una mirada analítica y verdadera.

La ley, los decretos, las políticas públicas no alteran por sí mismas una categoría históricamente formada por las relaciones que se dieron entre los pueblos, el racismo.

El racismo es la consecuencia de la lectura en los cuerpos, del aspecto físico de los pueblos.

“Raza es signo, y su único valor sociológico radica en su capacidad de significar”  (Rita Sagato).

Por lo tanto, su sentido depende de una atribución, de una lectura socialmente compartida, de un contexto histórico y geográficamente delimitado, en tanto a vencidos y a vencedores.

Homenajear a las mujeres negras significa reconocer y resarcir  el error social, prejuicioso  que todos los días  ejercemos, los que verbalizamos o pensamos o argumentamos. .Pensamientos enraizados en definiciones conservadoras y arcaicas en donde la ideología machista de patriarcado y de patrón atraviesa las filosofías e ideología que  discriminan a todas las mujeres y de todas las etnias.

Si luego, después de este acto – homenaje, nuestra conciencia y valores no sufren una apertura que desde lo individual nos sensibilice  y  que desde lo social no sintamos verdaderamente que somos  agentes de cambio en la construcción de una sociedad más justa, equitativa e igualitaria y desprovista de todo prejuicio, este instante ha sido en vano.

Angelita Silva

    Edil Deptal. Frente Amplio

Melo, 24 de julio 2017