Entrevista a Laura Motta
La consejera del Codicen Laura Motta dijo a El Observador que el protocolo de la ANEP para hacer un seguimiento de los alumnos que pasan de la escuela al liceo aplicado por esta administración ha dado buenos resultados y casi el 100% de los estudiantes sigue vinculado al sistema. Aún así admitió que hay algunos casos en los que se desvinculan y lo adjudicó a que hay padres que creen que alcanza con que cursen primaria y desconocen que la educación es obligatoria hasta el bachillerato.
Desde 2014 ANEP tenía un protocolo para salir a buscar casa por casa a quiénes se desvinculaba del sistema educativo ¿cómo funciona ahora ese protocolo?
En la administración pasada existió un programa que se llamó Tránsito, que lo que preveía era el acompañamiento de algunos estudiantes que salen de Primaria y entran a educación media para acompañarlos en ese tránsito educativo. Lo que nosotros definimos en 2015 fue establecer políticas de inclusión educativa con mayor vigor. Creamos una dirección de inclusión educativa y se crearon en cada uno de los departamentos unidades de inclusión educativa, que tienen una integración de tres profesionales con diferente formación, que permite una mirada más abarcativa del fenómeno del tránsito educativo, inclusión y revinculación. Se comenzó a trabajar con la generación que egresó en 2015 de Primaria, es decir que ingresa en 2016 en media. Se les hizo un seguimiento de su egreso y su inscripción en una propuesta educativa. Simultáneamente se trabajó en la creación de un sistema informático que integrara a todos los sistemas informáticos de los distintos consejos, de tal manera que un niño que está registrado en Gurí, cuando pasa a Secundaria o a UTU tiene un seguimiento en las bases de datos y saber en qué situación está.
¿Eso es lo que ustedes denominan las trayectorias continuas y completas?
Exacto. Durante todo el año 2016 se generó un sistema informático que permitió sobre fines de 2016 hacer la preinscripción. Esa preinscripción nos permitió que cada alumno de sexto de escuela primaria tuviera un lugar asignado ya sea en un liceo o en una UTU. Esa preinscripción luego requería la voluntad de ir a concretar la inscripción en la educación media. De esa inscripción vimos que había un número de estudiantes que no habían confirmado. Entonces, salieron a trabajar los coordinadores de las unidades departamentales, conjuntamente con los inspectores de primaria, secundaria y UTU para ubicar a cada uno de esos jóvenes. Allí se logró ubicar a la gran mayoría de los estudiantes, a los cuales se los acompañó en ese proceso de confirmación. ¿Por qué? Porque muchas veces las familias por varios motivos no entienden la importancia y la obligatoriedad que tiene la educación media o no habían podido acercarse al centro educativo para confirmar la inscripción. Ese acompañamiento determinó que un porcentaje arriba del 90% estuviera con inscripción y comenzaran a asistir al centro educativo. Al día de hoy podemos decir que casi la totalidad – el 100% es inalcanzable – están asistiendo al liceo, a la UTU o alguna otra propuesta.
Según el Mides hay 583 adolescentes que siguen siendo buscados
Cuando el número de celular que tenemos no es, la dirección tampoco y no hay ningún vecino que nos pueda dar rastros de su paradero es difícil ubicarlos. A veces es por trabajo zafrales de las familias que se mudan. Es un trabajo personalizado, uno a uno, que está dando sus resultados en el sentido de que podemos decir que una población que estaba invisibilizada porque terminaba primaria, pero de pronto no ingresaba a educación media, hoy es visible. Sabemos quiénes son, cuáles son sus nombres aún cuando todavía nos falta ubicarlos.
¿Por qué es inalcanzable llegar a la totalidad?
En el Uruguay hay una concepción que culturalmente está instalada en la educación uruguaya de que la escuela es obligatoria. Sin embargo, cuando pasamos a educación media –aunque la ley lo dice- en el imaginario de la gente no siempre está instalado. Entonces, hay algunas familias que cuando llegan a final de primaria, dicen: ya está. Entonces, hay que trabajar con esas familias para que comprendan que lo que antes era la culminación de la educación, ahora ya no lo es y hay un tramo más para seguir. Hoy es obligatorio hasta bachillerato. Hay otras situaciones, como una discapacidad, que hacen difícil su inserción en el centro educativo. No en todas las localidades tenemos dispositivos que den respuesta a estas necesidades educativas.
¿Qué se hace en esos casos de chicos con discapacidad?
Esos casos se estudian caso a caso. Todos los casos son diferentes. En eso estamos trabajando para que todos tengan posibilidades de ejercer su derecho a la educación.
ANEP tenía un protocolo que suponía trabajar también con la Policía Comunitaria para ayudar en la tarea de buscar a los alumnos casa por casa
Ese protocolo se aprobó en la administración anterior, pero ahora tenemos otras herramientas que antes no estaban. Ahora hay un apoyo al centro educativo, lo que se establece es cuáles son los caminos para que todos estén en los centros. Hoy podemos decir que esta forma de trabajo está dando los resultados.
Aquel protocolo también establecía denunciar el caso a la Justicia si después de la intervención el chico continuara sin ir al liceo
En todos los casos, uno desea no tener que llegar a los extremos. Se prevén entonces una serie de mecanismos para lograr efectivamente que todos asistan al centro educativo. Esta es también una función que tenemos para con la sociedad, en el sentido de que la educación es obligatoria hasta la finalización de educación media.
12 de mayo 2017