Dra. Mónica Xavier
Senadora
Secretaria General del Partido Socialista
El domingo pasado gente de todas partes, de todas las edades, de todas las clases sociales, festejamos un nuevo aniversario de una fuerza política que no tiene igual en el mundo entero. El Frente Amplio esta vez celebró en Colonia y allí nos reunimos para seguir tributando a esa mística forjada en la lucha por las utopías. Esa que nos identifica y que nos une bajo la misma bandera – la de los tres colores artiguista -.
Vaya arma tan poderosa la que lideró el General Líber Seregni, que cambió el rumbo de la historia política de Uruguay. Esa historia que da cuenta de que el Frente Amplio surgió como respuesta para terminar con la hegemonía conservadora que privilegiaba los intereses de los sectores dominantes.
Desde la primera hora, el Partido Socialista conforma esta fuerza política de izquierda, policlasista e ideológicamente plural, la que ha logrado una potencia incremental ininterrumpida. La línea histórica señala que el proyecto político que en 1971 obtuvo el respaldo del 18% de la ciudadanía, se amplió y acumuló social, política y electoralmente en estos más de cuarenta años hasta cosechar la confianza de más del 50% de la ciudadanía. Y ello a pesar de la ferocidad de la persecución, de la censura, de la prisión, del exilio de tantas y tantos cientos de miles de compañeras y compañeros.
Acumulación política
Esa rebeldía y ese crecimiento electoral son los que hacen posible mayor peso político en la institucionalidad y en la sociedad uruguaya, para lo cual el gobierno nacional y los gobiernos departamentales son los principales instrumentos de acción y conducción – pero teniendo bien claro que sin el apoyo incondicional de nuestra indoblegable militancia, nada de lo avanzado sería posible-.
Ahora – y siempre – es tiempo de volver a redoblar para seguir profundizando el cambio hasta hacer realidad la igualdad de oportunidades. De eso se trata ser frenteamplista y socialista, de trabajar empecinadamente para transformar la realidad a través del proyecto progresista. Eso exige concertar, que implica tanto proponer como escuchar, para alcanzar coincidencias que permitan ampliar la visión del proyecto. También implica saber explicar cada política a la ciudadanía, de forma tal de traducir lo que aportan al país y a la gente.
Rendición de cuentas
Ahora también es tiempo de discusión presupuestal – y vaya si habrá que concertar -, para llegar a convencer a quienes se tenga que convencer para lograr los votos suficientes en el legislativo – esos que le dio el pueblo a través de las urnas al Frente Amplio – por tercera vez consecutiva – y que ahora nos enfrenta a una situación no prevista, la cual vamos a saber superar, como tantas otras adversidades ya hemos superado antes –.
Vamos a seguir gobernando con la misma responsabilidad y audacia que nos ha permitido sacar a cientos de miles de uruguayos de la pobreza, incrementar el salario real en un 50%, aumentar las pasividades ininterrumpidamente, diversificar la matriz productiva, insertar globalmente a nuestro país.
En un mundo que se presenta acechado por la inestabilidad y el envalentonamiento de los discursos retardatarios de derecha, nosotros vamos a hacer todo lo posible para seguir aumentando el presupuesto educativo, vamos a hacer todo lo posible para seguir aumentando la cobertura del Sistema Nacional de Cuidados, vamos a hacer todo lo posible para seguir aumentando la captación de inversión productiva. Es imposible gobernar sin audacia.
Al mismo tiempo que es innegable nuestra determinación para la transformación social y productiva que arrojan los resultados de todos estos procesos en marcha, son igualmente inocultables el gesto adusto, la incapacidad propositiva y la crítica constante de gran parte de la oposición.
Fuente: Prensa 90
7 de febrero 2016