#CorreoSocialista habló con Fernando Cáceres

Adelanto del #CorreoSocialista:

Placa Cáceres

El secretario nacional de Deportes consideró que se debe dejar de ver al fútbol como un “fenómeno subsidiario y meramente recreativo” y asumir “la profundidad de su significación” en el país

El éxito que tiene la formación y venta de jugadores de fútbol uruguayos al exterior contrasta con lo “artesanal, espontánea, vulnerable y demasiado expuesta a imprudencias” que es la cadena de producción de jugadores de fútbol. Este panorama podría mejorar estableciendo acuerdos que impulsen un sistema de formación, desarrollo y seguimiento de jugadores de carácter nacional, planificado y que permita encarar seriamente y potenciar el ya exitoso fenómeno de la formación y venta de jugadores de fútbol al exterior.

Así ve el actual escenario del fútbol el secretario nacional de Deporte Fernando Cáceres, y considera que el lugar del deporte en la sociedad contemporánea aún está en construcción y buscando “su mejor espacio en la vida social, en la vida política y en la estructura del Estado”.

Mientras que desde el gobierno el deporte amateur, comunitario y voluntario debe abordarse con “criterios similares” a los de las política sociales”, Cáceres considera que el deporte profesional demanda ser encarado con “criterios de producción industrial” que permita planificar y así crear certezas para los clubes e instituciones del fútbol.

Al tiempo que ve hay “muy buenas condiciones” para generar esos acuerdos, el secretario de Deportes entiende que el mundo del fútbol debe abrirse al resto de los actores para poder trabajar en forma conjunta y que en ese esquema desde el gobierno debe haber una “actitud generosa” que acompañe y fortalezca el fútbol uruguayo y sea capaz de verlo como elemento promotor de desarrollo.

Un escenario de acuerdos entre los principales actores sociales e institucionales vinculados al fútbol para emprender un desarrollo planificado a mediano y largo plazo de éste deporte, permitiría tener a la vista y corregir aspectos que pueden llegar a ser nocivos para los niños y jóvenes uruguayos y para sus familias.

Actitud generosa

Lo que tiene que haber de parte del fútbol una apertura al trabajo conjunto. El fútbol suele ser un mundo muy endogámico y autosuficiente. Se autoabastece, tiene sus propios códigos y se precia de su autonomía. Debería romper un poco con esa cultura de autosuficiencia y avenirse a trabajar con el gobierno para poder salir de ese mundo de contingencia y necesidades imperiosas y acuciantes”, dijo Cáceres.

Desde el punto de vista del gobierno, Cáceres sostiene que también deber haber una “actitud generosa” que comprenda y asuma la significación que tiene el fútbol uruguayo para el país.

Es bastante común aceptar que el deporte es una herramienta extraordinaria para el desarrollo de la salud, educación, como plataforma de inclusión e integración social pero reconocemos menos la calidad y la significación del deporte como factor de desarrollo para los países”, algo que está asumido al menos desde 1992, cuando se desarrollaron los juegos olímpicos en Barcelona, sostuvo Cáceres.

Barcelona vinculó el desarrollo de la ciudad viendo en la organización de los juegos olímpicos una formidable oportunidad” y “consolidó un modelo de participación público privada en el diseño de política de largo plazo y de concepción de impacto integral en la ciudad”, recordó Cáceres. Desde entonces, el deporte se ha manifestado como un extraordinario factor de desarrollo para ciudades, regiones y países.

De lograrse estos acuerdos las instituciones del fútbol podrán pensar más a mediano y largo plazo y valorar adecuadamente la formación de los futbolistas desde que son niños hasta que alcanzan la juventud y llegan a la primera división.

Los ingresos por transferencias de jugadores y los derechos de televisación son las principales fuentes de ingreso del fútbol uruguayo. La venta de jugadores tiene un impacto social positivo y en determinados estratos de la sociedad uruguaya es visto como una de las pocas y mejores posibilidades de movilidad social.

Por todo eso creo que no es bueno considerar al deporte ni mucho menos al fútbol en nuestro país como un fenómeno subsidiario y meramente recreativo y contingente”, dijo Cáceres y agregó que “el gobierno debe asumir la profundidad de la significación del fútbol en nuestro país y en una actitud generosa establecer posibilidades de alianza estratégicas con las autoridades del fútbol”.

Nota: Correo Socialista Agosto 2016