Es una cuestión de ideología

escribe *Dra. Mónica Xavier

Ayer, en la Plaza Mártires de Chicago, celebramos el Día de los Trabajadores. Este año, el acto convocado por la central obrera tuvo como consigna: tiempo de concretar. Sin dudas compartimos la necesidad de seguir acumulando conquistas que cumplan con los legítimos derechos que antes fueron negados a nuestra sociedad.

«…rompimos con la lógica circular: crecimiento, contracción, crisis, a la que la derecha nos condenó por tanto tiempo…»

Nadie tiene la verdad revelada que permita terminar en cinco, diez o quince años con todos los problemas sociales y económicos que arrastra este país desde hace décadas. Pero sí es verdad que rompimos con la lógica circular: crecimiento, contracción, crisis, a la que la derecha nos condenó por tanto tiempo. Ideología y propuestas prácticas están siendo complementadas para seguir adelante en un camino de crecimiento e inclusión como este país nunca antes había experimentado.

La columna pasada escribí sobre los datos que señalan que nuestro país volvió a crecer a pesar de las circunstancias regionales y de los contumaces agoreros de lo peor. También volvió a mejorar la distribución y a descender la pobreza. Nada es casualidad. La izquierda tiene en marcha un proyecto inclusivo, que le brinda reales oportunidades a la gente. Un ejemplo entre cientos: el Instituto Nacional de Colonización apoya 24 emprendimientos colectivos que abarcan a un centenar de familias de Bella Unión, Artigas. Los adjudicatarios son integrantes de familias en circunstancias socioeconómicas difíciles. Ahora sí el Instituto Nacional de Colonización cumple la función social para la que fue creado, a través de una intervención directa en los sectores más vulnerables de las zonas más precarias. Esto no es caridad: es invertir en derechos y democratizar oportunidades hacia gente que verdaderamente lo necesita.

«…La oposición, por su parte, no sale del laberinto de estratagemas que antes que nada intentan relativizar todo lo avanzado en esta década. . .»

La oposición, por su parte, no sale del laberinto de estratagemas que antes que nada intentan relativizar todo lo avanzado en esta década. Nunca deja de sonar por todos los medios el coro que arrecia contra las políticas sociales y económicas progresistas. Fácilmente puede observarse que los argumentos de la ortodoxia política económica no son nuevos: disciplina y reforma fiscal, recorte del gasto público, desregulación, más una larga lista de etcéteras. En cualquier caso, un discurso que omite los desastrosos efectos de la aplicación de esa receta neoliberal en términos de pobreza, desigualdad, fragmentación y marginación – con sus connotaciones culturales además de sociales -, contra los que seguimos luchando.

En suma: tras la peor crisis de la historia de nuestro país (2002), hemos logrado sostener un fuerte y continuado crecimiento, incrementar las inversiones, aumentar las exportaciones, desarrollar la industria turística, revolucionar la matriz energética, universalizar la tecnología, disminuir la tasa de desempleo a la vez de aumentar la de empleo, mejorar las condiciones laborales, aumentar salarios y pasividades, distribuir mejor, entre tantas otras cosas más. Este país cambió.

«…La estrategia de la izquierda es clara: mantenerse junto con la gente (…) y así poder seguir construyendo una sociedad cada vez más inclusiva…»

La estrategia de la izquierda es clara: mantenerse junto con la gente y contribuir a solucionar sus problemas para hacer sustentable la confianza ciudadana y así poder seguir construyendo una sociedad cada vez más inclusiva. Coherente a ello es que, la semana pasada, en el barrio de La Teja, en el curso del 18ª Consejo de Ministros abierto el gobierno en pleno nuevamente escuchó cara a cara la gente. ¿La oposición hizo o imaginó esto alguna vez? Nunca.

El politólogo Giovanni Sartori decía que las ideologías políticas implican “una interpretación global del mundo y también ofrecen previsiones de futuro y propuestas de solución de problemas, de tal modo que la ideología política sirve para comprender y estructurar la información procedente del exterior y para ofrecer propuestas prácticas vinculadas con la toma de decisiones”.

Lograr consolidar el desarrollo y una sociedad cada vez más igualitaria implica el desafío de potenciar la histórica hermandad de todas las fuerzas progresistas: sindicales, estudiantiles, políticas, sociales. Es una cuestión de ideología.

*Médica Cardióloga, Senadora de la República, Secretaria General del Partido Socialista de Uruguay