“El gobierno multicolor es un palo en la rueda en la agenda de derechos”

Escribe Mónica Xavier | Secretaría de Gobiernos

Las iniciativas legislativas que dan sustento a las políticas públicas en materia de derechos, tuvieron que esperar la llegada del Frente Amplio al gobierno y a sus mayorías parlamentarias para avanzar y generar una agenda reconocida en la región y el mundo. La derecha gobernante rechaza, limita y relativiza sin pudor la agenda de derechos construida con tanto trabajo en los gobiernos de izquierda junto a la sociedad civil organizada. 

El actual elenco de gobierno no para de contradecir lo que representa un accionar de respeto hacia las situaciones de discriminación y hacia el desarrollo de una sociedad inclusiva, coherente a ello: el presidente Lacalle Pou venera al “malla oro” mientras deja al “pelotón” librado a su suerte.

 La realidad es terrible para las mujeres que padecen violencia. En lo que va de este año ya son 24 femicidios (8 más que en todo el 2020) y 16 intentos de femicidios, aunque ya se está dando noticia de un nuevo caso. Un asesinato cada 13 días promedialmente. 

El próximo 25 de noviembre se conmemora un nuevo día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en memoria de las 3 hermanas Mirabal asesinadas vilmente por el dictador Trujillo en República Dominicana. 

La movilización del 25N en nuestro país, tradicionalmente convocada por Mujeres de Negro, tendrá 16 días de activismo posteriores, que se extenderán hasta el 10 de diciembre, fecha en la cual se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, desde hace 30 años convocado por NNUU.

Según la OMS casi 1 de cada 3 mujeres de 15 años o más en todo el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja u otro agresor al menos una vez en su vida.

Existen múltiples formas de violencia hacia las mujeres. En nuestra columna anterior hacíamos referencia a los pronunciamientos de autoridades- en particular el Presidente de ASSE – las cuales abren un enorme signo de interrogación sobre las garantías en materia de derechos sexuales y reproductivos (Ley 18426/ 2008) y el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (Ley 18987/2012).

Repasemos tan solo algunas de las barbaridades que se han escuchado de conspicuos dirigentes de la coalición de derechas:

Pablo Iturralde, presidente del Partido Nacional,  durante un Encuentro de Mujeres Nacionalistas convocó a sus compañeras de partido a ”callarse la boca”, a “ no hablar mal de los compañeros”, a tener piedad fraternal” si no son buenas  cosas las que tienen para decir de ellos. Convoca sin tapujos y ante todo quien lo quiera escuchar a que las mujeres “no se revelen” frente a las múltiples formas de violencia a la que han sido sometidas y que toda la población conoce (grabaciones, favores políticos a cambio de sexo, etc.)

Gustavo Zubía, diputado por el Partido Colorado, ex fiscal: en un reciente programa televisivo sostuvo que cuando ocurre una violación no está en riesgo la vida de la persona mientras justificaba los artículos sobre la legítima defensa en el marco de la defensa de la injusta LUC cuyos peores 135 artículos pretendemos anular.

Una legisladora de Cabildo Abierto fundamentó en el Parlamento y reiteró ante la prensa, que la figura del femicidio y el combate a la violencia de género “profundiza la brecha de desigualdad”. 

Los avances legales en esta materia, como lo son la Ley 19580/ 2018 de violencia basada en género hacia las mujeres y la Ley 19538/2017 que incluye la figura del femicidio modificando el Código Penal, nunca fueron aceptadas por la derecha. 

Cabildo Abierto y todos sus dirigentes realizaron desde su presentación como partido político reiteradas apelaciones a combatir los avances en materia de género. No son resistencias inocuas. Cabe recordar que la Suprema Corte de Justicia aún no ha implementado importantes disposiciones previstas por legislaciones progresistas, con el subterfugio de limitantes presupuestales, las cuales se explican más por resistencias a la integralidad que el Estado debe garantizar a las mujeres a una vida libre de violencia que por ninguna otra excusa. 

La lucha para la consagración de todos estos derechos fue larga y llena de resistencias, a pesar de ellos las mujeres nunca bajamos los brazos, tampoco lo vamos a hacer ahora ante la arremetida reaccionaria de gobernantes mesiánicos, irresponsables, ajenos a toda sensibilidad humanista.