Don Emilio: Ética, Partido y Patria

Escribe: Maxi Santos, estudiante del profesorado de Historia y de la brigada Julio Castro

Con el ejemplo de su vida, en la que optó siempre por un modo sencillo ascético, reclamó de cada militante un ejemplo de conducta”(Chifflet, p.99),

Don Emilio es la imagen sonora expresada por nuestros mayores del Partido que recuerdan a aquel político, poeta, ensayista que junto a otros socialistas, fundó nuestro Partido Socialista del Uruguay. El respeto que parte de las voces de estos viejos hacia quien diera los cimientos al socialismo uruguayo, claramente nunca estuvo exento de una acriticidad de su pensamiento. Me debo imaginar por lo que he leído y escuchado que como reza el título de Guillermo Chifflet, Frugoni nos plantearía que “De la discusión nace la luz”.

Entre el encuentro y el desencuentro, entre la historia y la reflexión, me parece encontrarme en estas palabras a un Emilio que si alguna vez se fue de éste, nuestro partido, deja pensamientos y acciones que deberían marcarnos a fuego en nuestro ser socialistas uruguayos ya que Don Emilio fue, es y será, un mojón en la construcción de este Partido y así lo he sentido en este poco más de un año que me encuentro formando parte de este proceso.

Empezando por algún lugar, me parece importante traer una cuestión destacada en este socialista uruguayo que marca a través de su larga trayectoria por el PS, una ética a seguir para los partidos socialistas y, por tanto, a las personas que componen esos partidos. Nos dirá Chifflet que “En toda su lucha Frugoni exhortó a los partidos socialistas a no olvidar “su misión de educadores del carácter”; de partidos que, frente a las fuerzas de la corrupción y el envilecimiento deben distinguirse como “escuelas de austeridad y dignificación de los trabajadores.”(Chifflet,2007,p.99), marcando una definición esencial a la que debemos acercarnos en nuestro tránsito por el partido así como en la vida toda.

Siguiendo con este sentido de la ética, en una de las exposiciones en la Cámara de representantes en el año 1912, Frugoni se enfrentaba al cuestionamiento del nacionalista Melián Lafinur con respecto a la crítica que se le hacía a Briand y Clemenceau, socialistas franceses que según Don Emilio, se pusieron del lado de los capitalistas estando en el gobierno. En estas líneas deja dos cuestiones sumamente importantes que debería tenerse delante para llamarse socialista: Por un lado la idea de que “el hombre se debe, antes que todo, a sus principios” y, por otro lado, que, “si para ser Ministro [podríamos agregar lo mismo en cualquier cargo de gobierno] es necesario dejar de ser socialista, desde ya puedo declararle que ningún socialista consentirá ser Ministro.”(Frugoni,1998,p.150-151). Es así que tanto lo que nos presenta Chifflet como sus pronunciamientos en la Cámara de Representantes acerca de un principio que deben seguir los hombres y las mujeres así como el enfoque en un cargo de gobierno, nos confirma o reafirma ciertos sentidos o nortes que deberían guiar nuestra praxis socialista.

Tratando de dar un cierre a esta cuestión de la praxis de Partido y de socialista, me interesa mencionar que por 1920, cuando el Partido Socialista decide incorporarse a la III Internacional y Frugoni queda en minoría con el proceder ya que él entendía que era precipitada la incorporación, de todas maneras afirma “Yo iré con mi Partido a la Tercera”. Su salida del PS (luego de abril devenido PCU), es porque no podría disputar otros sentidos en la interna de ese partido que aceptando las condiciones de Moscú debía eliminar a todo pensamiento que no fuera el verdaderamente “revolucionario”. Si leemos, por ejemplo, la segunda condición en donde se establece desplazar a “reformistas y centristas” así como la 21 que habla de la expulsión a quienes no acepten esas condiciones, era una cuestión de irse antes de que lo expulsaran por no estar dispuesto a dogmas de ese estilo, pero debe tenerse presente que su salida del partido en el 20, no fue caprichosa y que acata las mayorías cuando se decide sumarse a la tercera internacional, pero la cuestión fue que: 1) no había lugar para construcción de otros pensamientos; 2) había una aceptación sin cuestionamientos ni flexibilidades a esas condiciones. Dirá, más allá de su partida, que “Sus ideales son los míos, hoy como ayer, pero la forma en que se disponen a servirlos no puede contar con mi consentimiento.”(En: Machado,1973,p.390). Aquí hay un ejemplo (más allá de que a lo largo de muchos años se confirma en su vida), de una concepción de partido que a veces queda bastante relegada por quienes se dicen sus seguidores.

El tercer encuentro que me parecía interesante compartir parte de lo que me sorprendió cuando, leyendo acerca de Artigas, descubro que ante el avance fascista en el mundo y en Uruguay, Frugoni no desacuerda con el proyecto que declara feriado el día del nacimiento de José Artigas, ni el día del desembarco de los Treinta y tres orientales. Suele ocurrir que por críticas a la política criolla que hace Frugoni, se olvide 1) el sentido que le da a la Patria y 2) el rescate de los caudillos que fueron constructores del suelo de los orientales. No voy a centrarme en lo Primero ya que Chifflet lo hace en su libro que, dicho sea de paso, recomiendo leer. Sí, me parece significativo que, Don Emilio, diga que “Somos partidarios de que se conmemoren hechos que puedan servir para fortificar el legítimo sentimiento de nacionalidad y para marcar bien hondo nuestra solidaridad con todos los hombres del pasado que han contribuido a la formación de nuestra República y a consolidar nuestras libertades políticas.”1. Allí hay una decisión que nos llevará otros artículos y un estudio más profundo acerca del acuerdo al impulso hacia estas iniciativas que rescatan a caudillos como constructores de la república y de la libertad en clave de presente como se hace siempre desde la política y la Historia. Además vemos como no es algo individual ya que como nos cuenta Esther Ruiz, “El diputado socialista Líber Troitiño propuso que se editaran 2 millones de ejemplares de las Instrucciones del Año XIII.” (Frega e Islas,2002,p.404), todo esto en el marco del feriado por el nacimiento de José Artigas.

En fin, Ética, Partido y Patria son tres acercamientos a Don Emilio que les quería compartir ya que en el hoy nos permiten pensar o repensar diversas cuestiones tanto en la izquierda como en el propio partido y que no fueron ajenas a Frugoni. Claramente elegí esto para poner sobre la mesa más contenidos que enriquezcan la figura de este hombre tan importante para el Partido Socialista del Uruguay y que, aún hoy, traerlo nos nutre en la construcción de más y mejor izquierda.

Bibliografía

Chifflet, G. (2007) De la discusión nace la Luz. Montevideo, Uruguay: Letraeñe

1 DSCR, 10 de marzo de 1940, discusión sobre la declaratoria de feriado para el 19 de abril, p.287