Escribe Isabel Jorge | Centro Socialistra Patria Grande
La Intendencia de Maldonado sigue generando emprendimientos que no son amigables con el medio ni responden a las necesidades de los habitantes de la zona. Por el contrario, un pequeño grupo de empresarios y quizás algún número limitado de trabajadores se podrían ver beneficiados de las ideas que llegan a la Junta departamental y que por mayoría, logran aprobar. Para éstas iniciativas, escasean los informes previos que aseguren un mínimo impacto o un cuidado profundo de los intereses que se deben preservar, más allá de las inversiones que conlleven.
En las últimas semanas, la bancada de ediles del Frente Amplio rechazó la propuesta del ejecutivo que planifica la construcción de una zona franca en los humedales del arroyo Maldonado. Esta iniciativa generaría grandes cambios en la zona dejando de lado la importancia del medio, perjudicando el tránsito e impactando un sistema ecológico que está declarado de interés por la propia Intendencia de Maldonado, según disposiciones de las anteriores administraciones.
Los humedales sobre el Arroyo Maldonado y los alrededores, entre los que se encuentra el Parque Indígena, también tienen interés arqueológico dados los descubrimientos de diversos artículos de la época pre colombina, lo que nos ilustra sobre cómo era la población, sus costumbres, la cultura y demás.
Organizaciones de amigos de los humedales y otros activistas de la zona lograron mantener diversas reuniones para informarse del proyecto, pero de antemano se sabía que no podrían ejercer demasiada presión. De nada sirvieron las objeciones, las consideraciones de los representantes del Frente Amplio. El proyecto recibió la venia de la Junta por mayoría.
El edil del Partido Socialista Leonardo Pereira informó que la bancada del Frente Amplio votó en contra de este proyecto por desconocerse las características, el estilo de las construcciones y el posible impacto a los humedales.
Si bien se ha dicho que entre las empresas a instalarse podría haber un sanatorio privado, se desconoce qué capacidad de contratación de personal se puede proyectar para evaluar la importancia del emprendimiento.
La zona a afectar es de suma importancia para la vida animal y vegetal. Allí se llevó adelante el Eco Parque del Humedal, el cual cuenta con varios grupos que buscan su defensa y cuidado, manifestó a El Sol.
Pereira remarcó que aprobar éstos proyectos a ciegas, conlleva la realización de construcciones en la zona de contención del humedal sin previo estudio ambiental. La Dirección de Higiene realizó un informe precario respecto a la afectación, aseveró el edil del Partido Socialista, pero nada se compara con un verdadero estudio que valore el impacto ambiental analizando todas las aristas y que cubra los más diversos escenarios.
De acuerdo al proyecto, cuando se realice el llamado a licitación, el ganador deberá realizar su propio estudio, por lo que la objetividad y profundidad del mismo puede estar viciado de interés.
A entender de las autoridades departamentales, esta iniciativa puede favorecer la creación de nuevos puestos laborales, especialmente para la población joven, pero económicamente, las exoneraciones impositivas y otros beneficios, no redundan en un mayor impacto económico para el departamento, reconoció Pereira.
Entre las autorizaciones con las que ya se cuentan al haberse aprobado la iniciativa, está la modificación de los parámetros de construcción en la zona, elevando por cuatro la afectación de las reglamentaciones actuales.
“A los del FA nos acusan por defender a cangrejos y corvinas negras que vienen a desovar a los humedales”
El predio a afectarse, es cruzado por una cañada que fue declarada zona arqueológica en conjunto con el Parque Indígena por hallazgos de piezas de la época pre colonial, y esos espacios deben ser valorados y preservados. Los nuevos accesos de tránsito liviano y pesado que se deberían realizar, podrían generar inconvenientes y afectar la vida de todo tipo de animales, incluso de las aves migratorias.
La Dirección de zona franca del MEC exige que la tierra donde se pretende instalar una zona franca sea propiedad del inversor, por lo que con el voto de la coalición, se autorizó la liberación y venta de dos padrones sobre el Arroyo Maldonado, propiedad de la Intendencia de Maldonado.
El proyecto estuvo dos meses en la Junta Departamental. Entre tanto, pasó la semana de turismo, el referéndum por la LUC, y la decisión se tomó en una jornada de 10 horas de discusión, por lo que, una obra que puede impactar negativamente a largo plazo y en lo inmediato, tuvo apenas unas horas de estudio, sin pasar por la Comisión de Medioambiente de la Junta.
Para el curul socialista, la zona franca no es el problema, sino el lugar donde se instalará.
El trabajo realizado por los ediles del Frente Amplio identificó otros terrenos próximos que no afectan el humedal: uno es el del asentamiento Kennedy que ya está prevista su re ubicación. Pereira manifestó que la localidad de Pan de Azúcar fue una sugerencia, o un predio frente a la ruta 39 ENTRE Maldonado y San Carlos, lugares donde no existiría afectación ambiental, pero la Intendencia de Maldonado no aprobó un cambio de emplazamiento.
Ante la imposibilidad de frenar ésta iniciativa del gobierno departamental, el Frente Amplio acompañó la creación de un fondo de protección de los humedales con el resultado de la venta de la tierra, y una comisión para la administración de los fondos que podrían ser de cuatro millones de dólares.
Por iniciativa del Fa, se incluyó una cláusula resolutoria para que, si no se puede instalar la zona franca, esos padrones que hoy se enajenan, vuelvan al erario municipal.
¿Qué dicen los vecinos?
El Frente Amplio realizó reuniones con los vecinos, entre ellos los Amigos del Humedal, quienes no estaban enterados al respecto. Se negaron, conocen el impacto de éste tipo de emprendimientos, están comprometidos con la zona y la biodiversidad, pero creen que nada más pueden hacer dado que ya se cuenta con la autorización del Ministerio de Economía y Finanzas.
Lo mismo sucedió con la Cámara de Hoteleros y la Liga de Fomento, quienes desconocían el interés empresarial por esas hectáreas a orillas del Arroyo Maldonado y del Humedal. Ambas entidades son conscientes de cómo se podría afectar la higiene de las playas, lo que redundaría en un impacto turístico negativo.
“Desde el oficialismo, nos acusan porque dicen que defendemos a cangrejos y corvinas negras, recordó Pereira, pero lo que nos interesa es el departamento, beneficiar a las zonas que más lo necesitan, cuidar el ambiente y mantener un equilibrio imprescindible y que no se pierda por intereses empresariales que luego no representarán beneficios para la comunidad”.
“No se puede decir que lo pajaritos le importan solo a los biólogos”
La Doctora en Ciencias Biológicas Estela Delgado, entrevistada por El Sol, se manifestó contraria a éste emprendimiento sin importar si es una Zona Franca o cualquier otro tipo de construcción: “luego que se interfiere con el eco sistema, no hay vuelta atrás, no hay oportunidad de arrepentimiento o revocación de daños. Todo cambio tiene consecuencias y siempre son a largo plazo, e irrevocables”.
“Los emprendimientos hay que tomarlos con mucho cuidado porque a ambas márgenes del arroyo hay un humedal que involucra a diversas especies vegetales y animales y que se cuidan en todas partes del mundo según acuerdos internacionales, y justamente, el que rodea el Arroyo Maldonado, es quizás el más grande del país”
“La zona franca que sugieren está en el límite del eco parque, lo que sería la zona de amortiguación, y es protegida, porque previene el impacto de, entre otras cosas, posibles inundaciones”
“Según nuestra experticia, no cuestionamos si se instala una zona franca, sino por qué debe ser en una porción del territorio que es tan frágil”
“Los humedales son de los ecosistemas más biodiversos y compone el 50% de las especies del Uruguay, ahí la importancia y no se puede decir que lo pajaritos le importan solo a los biólogos”.
Entre las funciones que cumplen los humedales, está la de atenuar las inundaciones, sirve para la captación y filtración de agua, contaminantes y materia orgánica. El agua que llega al mar ha sido purificada por estos humedades
Mientras otros gobiernos departamentales protegen los cangrejales, en Maldonado se descuidan totalmente, manifestó Delgado
Éstas iniciativas inquietan a los habitantes de la zona. Existe una unión de grupos de la costa, una red de agrupaciones que abarca de Colonia a Rocha, y otra llamada Amigos del Humedal. Todos ellos están interesados en saber el impacto que conlleva la realización de obras como ésta en lugares tan sensibles a los cambios. Entre los vecinos inquietos que asisten a las reuniones para informarse, se cuenta con salvavidas, guarda parques, productores, y decenas de otros y otras residentes de la zona que no se explican cómo se adoptan éstas resoluciones.
Éstos participantes son llamados despectivamente “ambientalistas” por parte de las autoridades departamentales, y consideran que ellos no quieren que se cambie nada, sin entender que realmente les preocupa imaginarse el proceso de excavaciones, talado, relleno, y luego la llegada de toda la maquinaria para la construcción. Delgado explicó que incluso el alumbrado que se instala, modifica la vida del lugar y genera cambios en ese ecosistema.
La doctora en Ciencias biológicas manifestó que fueron consultados también por otros emprendimientos como la instalación de un aeródromo en el Hotel Fasano. “El informe fue negativo, pero la pista de aterrizaje ya es una realidad, y ahí quedará”.
Algo más que está sucediendo en el departamento, y va en contra del ambiente, es el relleno de una superficie cercana al puente ondulante. El material utilizado es sucio, resultado de escombros o desperdicios sanitarios y “simplemente no se puede rellenar, porque cambias totalmente la estructura y la función natural de la zona, incluso los animales que allí habitan les cambias todo el eco sistema y se contamina el agua subyacente”.
En esto hay un impacto doble, nos manifestó, porque además de la destrucción de los procesos naturales se contamina la napa acuífera.
“Es importantísimo destacar que acá, en estos emprendimientos, lo hecho, es irreversible. No se puede volver atrás en el impacto”.
“El aeródromo va a quedar allí para siempre a igual que la afectación de los rellenos que se realizaron. Es importante remarcar esto porque se piensa que las cosas son temporales, o pueden serlo, provisorias, pero después que haces un estacionamiento en las dunas, o una construcción concreta, no hay forma de revertir el daño”.
Delgado manifestó que como docentes y técnicos, están vinculados a todos los partidos políticos, ONG y organizaciones que soliciten su asistencia. Indicó que esa es una de las obligaciones de la universidad, y que han sido convocados en diversos puntos del país para realizar estudios de impacto ambiental, pero si las autoridades lo quieren, quedan guardados en un cajón.
Estela Delgado es Doctora en Ciencias Biológicas, Profesora de Ecología Costera en el CURE (Centro Universitario de la Región Este) y pertenece al Centro interdisciplinario para el manejo costero integrado.
Leonardo “Gino” Pereira es doctor en Derecho y Ciencias Sociales y edil del departamento de Maldonado por el Partido Socialista, Frente Amplio.