Las y los socialistas vemos con gran preocupación el aumento de la violencia en nuestra sociedad. Esta cuestión ha sido y es para nosotros un asunto central, que hemos jerarquizado en nuestra acción social, partidaria y de gobierno.
El abordaje de esta problemática que se relaciona directamente con la forma en que el sistema en el que vivimos organiza las relaciones sociales, y con un complejo conjunto de factores culturales, incluye sin lugar a dudas un capítulo referido al delito, y dentro de él a la privación de libertad.
En este marco, con el foco puesto en el conjunto de la sociedad y en el respeto y la promoción de la dignidad y los derechos humanos de todas y todos, nuestros gobiernos han venido desarrollando una serie de iniciativas tendientes a fortalecer estrategias de rehabilitación, educación, trabajo e integración social de las personas privadas de libertad, lo que implica una profunda transformación del sistema penitenciario, con enfoques diferenciados según el tipo de población y adaptando la escala y características de los dispositivos. Este es un camino en el que sin duda aún no hemos avanzado lo suficiente.
En los últimos días las autoridades del Ministerio del Interior resolvieron pasar la gestión de la seguridad en el ámbito de las cárceles, con el respectivo traslado de todos los policías penitenciarios, a la órbita de la Guardia Republicana. Esta decisión, que da cuenta de la complejidad de la situación y de la urgente necesidad de dar nuevos pasos en el sentido de una reforma que se encuentra en discusión, ha dado lugar a un debate público. Luego de intercambiar sobre este tema, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Socialista resolvió expresar su visión crítica respecto de la medida, ya que desde nuestro punto de vista no va en línea con la orientación que debe imprimírsele a esta nueva fase de la reforma del sistema.
Nos encontramos ante una discusión parlamentaria que definirá el futuro de la nueva institucionalidad penitenciaria y tenemos grandes expectativas sobre la misma. Aprovechamos esta oportunidad para reiterar que la puesta en práctica de una militarización con enclave meramente represivo en el sistema penitenciario y en la seguridad pública, como proponen otros actores, es un camino que ha fracasado en todo el mundo, incrementando aún más los niveles de violencia.
El Partido Socialista reitera su compromiso con el cumplimiento del programa del Frente Amplio de cara al futuro período de gobierno 2020 – 2025 y con sus lineamientos fundamentales en esta materia que suponen el fortalecimiento de políticas que focalicen la prevención, la rehabilitación dentro de las unidades penitenciarias y el trabajo con la población que egresa del sistema.