Cordero fue condenado a 25 años de prisión por su participación en el Plan Cóndor

La mayoría de los 18 acusados en este juicio, entre los que se encontraba el militar uruguayo, fueron condenados por «asociación ilícita» según el veredicto

 

Un tribunal argentino condenó el viernes al exdictador Reynaldo Bignone y al coronel retirado uruguayo Manuel Cordero a 20 y 25 años de prisión por su participación en el Plan Cóndor, un sistema criminal de coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur durante los años 70 y 80.

La mayoría de los 18 acusados en este juicio, iniciado en 2013 en Buenos Aires, fueron condenados por «asociación ilícita» con sentencias que van de 8, 12, 20 y 25 años, dependiendo de los casos probados a cada uno de los exmilitares acusados.

Bignone y Cordero no estuvieron presentes en la lectura del veredicto.

Los implicados, en su mayoría sentenciados por otras causas, dieron forma a un plan de secuestro, tortura y asesinato de opositores bajo los regímenes dictatoriales en Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.

De 88 años, Bignone fue condenado a 20 años como autor «penalmente responsable de integrar una asociación ilícita en el marco del denominado Plan Cóndor», dijo el juez Oscar Almirante, al leer el veredicto.

Bignone fue el último presidente de facto que tuvo Argentina en la dictadura militar que entre 1976 y 1983 dejó unos 30.000 desaparecidos, según organismos humanitarios.

El ex militar uruguayo Manuel Cordero fue sentenciado como «partícipe necesario, penalmente responsable de privación de libertad en once casos», según la sentencia.

Entre los casos probados contra Cordero destacó el vinculado con la desaparecida María Claudia García, nuera embarazada del poeta argentino Juan Gelman, fallecido en 2014.

La nieta de Gelman, Macarena fue entregada a una familia cómplice de la dictadura uruguaya, y recuperó en el 2000 su identidad a los 23 años.

Presente en el tribunal Macarena Gelman no ocultó su satisfacción al escuchar la condena a uno de los verdugos de su historia.

Sentar precedente

Entre las víctimas de este sistema coordinado entre países vecinos, unas 89 personas fueron secuestradas en Argentina, pero también hubo desapariciones en Paraguay (5), Uruguay (4), Bolivia (4) y Brasil (3).

«Éste es el primer juicio en Latinoamérica que logra arribar a una sentencia que dé por cierto lo que sabemos desde hace décadas: la existencia del plan criminal que significó el Plan Cóndor», destacó la abogada Luz Palmas, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), una ONG argentina de derechos humanos que representa a varias familias querellantes.

Se considera que es el primer proceso «que permitió desentrañar al Plan Cóndor como sistema criminal e institucionalizado», dijo Palmas.

Según la investigación, los militares se comunicaban con una especie de télex bautizado «condortel», enseñado por el Ejército de Estados Unidos en la Escuela de las Américas en Panamá.

El terror

Al iniciarse el juicio en 2013, entre los acusados estaba el exdictador argentino Jorge Rafael Videla (1976-1981), quien falleció poco después en su celda a los 87 años.

La represión en Argentina dejó 30.000 desaparecidos, según organismos humanitarios de este país que detenta el mayor número de condenas a represores de la época, en comparación con sus vecinos.

Unos 300 testigos desfilaron durante el proceso, inédito también por la cantidad de documentos de prueba.

Se analizaron millones de fotogramas pertenecientes al ‘Archivo del terror’ hallado en Paraguay en 1992, decenas de miles de documentos desclasificados por Estados Unidos sobre Chile y Argentina, además de otros develados en Buenos Aires en la última década.

En el banquillo figura también un exagente civil de inteligencia argentino, Miguel Angel Furci, acusado en otra causa paralela que se sumó a este juicio, bautizada Automotores Orletti II, con otras 67 víctimas.

Orletti fue un centro clandestino de detención en un antiguo taller mecánico en el oeste de Buenos Aires. En 1976 se torturó allí a extranjeros secuestrados en el marco del Plan Cóndor.

Por Orletti pasaron María Claudia García y Marcelo Gelman, nuera embarazada e hijo del poeta argentino Juan Gelman, fallecido en 2014. Su nieta Macarena, entregada a una familia cómplice de la dictadura uruguaya, recuperó en el 2000 su identidad a los 23 años.

La mano de Kissinger

En aquella época, Henry Kissinger era el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, que veía en las dictaduras sudamericanas un freno al avance del socialismo en el contexto de la Guerra Fría.

Palmas mencionó que se encontró una correspondencia entre un ministro argentino y Kissinger sobre el Plan Cóndor, donde se le expone a Washington «la necesidad de maximizar los esfuerzos contra el marxismo».

«Si hay algo que deba ser hecho, hágalo rápidamente. Pero debe retomar rápidamente los procedimientos normales», respondió Kissinger.

El Plan Cóndor preveía tres etapas: la identificación de los opositores, su eliminación o secuestro en los países sudamericanos y finalmente, la neutralización de los exiliados fuera de la región, explicó la abogada.

El plan se suspendió tras el asesinato de Orlando Letelier, excanciller del presidente chileno Salvador Allende, en Washington en septiembre de 1976, a manos de un exagente de inteligencia de Chile y de la CIA.

 

Fuente: Observador

 

30 de mayo 2016