Comité Central 30 de noviembre de 2019

DECLARACIÓN DEL COMITÉ CENTRAL

Durante los últimos 15 años, la sociedad uruguaya -de la mano del Frente Amplio- ha sido protagonista, de un ciclo histórico de gobiernos populares. Las y los socialistas hemos participado con todo nuestro compromiso de esta construcción, que hace parte de un camino de arduo trabajo y acumulación de la izquierda social y política en el país. Los resultados del 24 de noviembre, con la elección de Luis Lacalle Pou como futuro Presidente de la República, marcan un punto de inflexión en ese proceso que no podemos ignorar. 

Con convicción republicana celebramos el desarrollo de una elección democrática, en paz y libertad, y  manifestamos nuestro respeto por la expresión de la soberanía popular y el escenario que surge de ella. A la vez, no podemos dejar de reiterar ahora lo que anticipamos durante toda la campaña: la definición del 24 de noviembre pone al país a las puertas de un gobierno conformado por diversas corrientes políticas, con una marcada hegemonía de los sectores más conservadores y neoliberales del Partido Nacional y el Partido Colorado, y la participación de una organización de ultraderecha, con una impronta corporativa, militarista y autoritaria, lo que nos exigirá una actitud renovada para defender las conquistas que nuestro pueblo alcanzó en estos años y sobre todo para asumir las luchas del futuro, que para nosotros serán siempre en búsqueda de más democracia, justicia, libertad e igualdad.

En el día de hoy nuestro Comité Central, con presencia de compañeras y compañeros que militan en todo el país y también en Argentina, recibió a nuestro compañero Daniel Martínez, a quien abrazamos reconociendo su enorme trabajo en esta difícil campaña electoral. A su vez iniciamos un proceso de análisis crítico y autocrítico de la situación política actual, con el objetivo de encarar los cambios necesarios para ser fieles a nuestra misión histórica de promover la transformación social. A partir del lunes continuaremos este proceso en una nueva gira nacional que nos llevará a cada una de las Departamentales del interior del país, promoviendo el debate en los organismos de base, y una discusión abierta y permanente de cara a la sociedad. Los importantes objetivos electorales de mayo, que desde ya asumimos como un desafío fundamental, no nos impiden realizar este análisis ni revisarnos a nosotros mismos.

El 1° de marzo el Frente Amplio dejará el gobierno nacional con resultados sociales y económicos que ratifican el camino elegido de combinar el crecimiento económico con la distribución del ingreso y el fortalecimiento de la calidad democrática del país. Defenderemos cada día ese legado, sin que esto implique negar las dificultades ni los errores que hemos cometido.

Ante la nueva situación que tenemos planteada nuestra respuesta nunca será enojarnos con la ciudadanía. El eje de nuestro análisis debe estar ubicado en la relación entre la política y la sociedad, reflexionando sobre la dificultades del vínculo de la izquierda en el gobierno con la base social, así como sobre la debilidad de los cambios culturales y el peligroso avance del discurso individualista y antipolítico, que fomenta y legitima la violencia. Nuestro Partido está decidido a ingresar en una fase distinta. Mañana mismo pondremos en marcha, tal como definió nuestro Congreso en febrero de este año, un Encuentro Nacional de Militantes Sociales para proyectar un trabajo profundo y permanente en la sociedad, con una política de máxima escucha y cercanía. 

Nuestra prioridad en este camino no será garantizar espacios o candidaturas, sino cuidar la unidad del Frente Amplio y defender las herramientas colectivas que nos permitan seguir luchando por la causa de la dignidad humana en la sociedad uruguaya.

En todos los escenarios defenderemos la democracia y las conquistas y derechos alcanzados, dialogando con todo el espectro político y movilizándonos en la sociedad, así como alentando la participación organizada a todos los niveles. 

El 24 de noviembre tuvimos una derrota electoral que, para una fuerza política con vocación de gobierno, es una derrota política dura. También tuvimos una victoria relevante: en un contexto cultural exitista e inmediatista, pudimos celebrar más un proceso que un resultado y abrazarnos con nuestra militancia, la de la principal fuerza política del país, y también la de miles y miles de anónimos que sin estar encuadrados en estructuras salieron a dar lo mejor de sí por las trabajadoras, los trabajadores y los sectores populares de este país. El desafío es no olvidar nunca que las sociedades se transforman a sí mismas o no se transforman, y abrir los espacios políticos a la gente que quiere tomar el destino en sus manos. Allí estaremos, como siempre, las y los socialistas uruguayos.

Casa del Pueblo, 30 de noviembre de 2019