A 10 años del Sistema Nacional Integrado de Salud

El Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), está regulado por Ley 18.211 de 5/12/2007 con las modificaciones y agregados efectuados por las leyes 18.731 y 18.732 de 7/1/2011

Dichas normas reglamentan el derecho a la protección de la salud que tienen todos los habitantes del país.

La reforma al sistema de salud se sostiene en tres pilares, uno organizacional, otro financiero y otro más de modelo de atención

Desde el punto de vista organizacional, la reforma profundizó la separación de las funciones del sistema de salud, fortaleciendo la rectoría y articulando el financiamiento.

La reforma dio inicio con la implementación del SNIS, cuya misión es articular a los prestadores públicos y privados de servicios de salud y constituir un Seguro Nacional de Salud financiado con recursos de un fondo que pretende reunir todos los recursos destinados a la salud, el FONASA.

La seguridad social sufrió también un gran cambio al asumir la responsabilidad de administrar el FONASA. La evolución en términos reales de este fondo muestra que los montos recaudados vía los aportes de los contribuyentes a la seguridad social se han estado incrementando en los últimos años. El mayor incremento se produjo en 2008 con la implementación de la reforma y sus consiguientes cambios en las tasas de aporte y en la cantidad de cotizantes. El principal cambio fue el establecimiento de un impuesto sobre los ingresos de la población cuyo objetivo es promover la equidad en las contribuciones para la atención de la salud.

La Ley del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) se aprobó en 2007 y comenzó a regir el 1º de enero de 2008.

Fue  una transformación muy de fondo tanto del sistema asistencial como del sistema de gestión y financiamiento, un cambio sin duda estructural en la forma de funcionar la salud en Uruguay, apostando básicamente a la formación de recursos humanos

  

A diez años de su creación más de 2,5 millones de habitantes de Uruguay estén ingresados al seguro de salud, y previo a ella, el país tenía 600.000 uruguayos con cobertura formal en el sistema de BPS

ASSE vio incrementado su presupuesto, y este aumento de recursos se refleja en la mejor calidad de los servicios, especialmente de la atención primaria y en la puesta a punto de la infraestructura y renovación de equipamiento.

Hospital Español, el Hospital de Ojos José Martí, el Instituto Nacional de Oncología, cuentan con instalaciones de primer nivel

Las obras de ampliación y remodelación realizadas en la Emergencia Pediátrica  y Maternidad del Hospital Pereira Rossell, las nuevas instalaciones con que cuenta el Centro Oncológico del Hospital de Tacuarembó, los Hospitales de Artigas, de Bella Unión, de Rivera, de Fray Bentos, de Dolores, de Libertad y de Minas, La ampliación y remodelación de blocks quirúrgicos, de CTI, de cuidados intermedios en los Hospitales Maciel, de Tacuarembó, Mercedes y Maldonado.

 

El CTI neonatal del Hospital de la Mujer, en el Pereira Rossell, dispone de 16 camas de cuidados críticos. Con la ampliación proyectada para cuidados intermedios, el centro contará con 50 plazas en total en ambas salas. Referentes de la especialidad en el nosocomio aseguran que el equipamiento de última generación lo ubica como el mayor y más completo centro asistencial de Uruguay en la materia y modelo para países vecinos.

La remodelación de las unidades de cuidados paliativos y demencia del Hospital Piñeyro del Campo, el reacondicionamiento y remodelación de salas del Hospital Vilardebó, el reacondicionamiento de los pabellones de la Colonia Etchepare.

Hospital Regional de Tacuarembó inauguró quirófanos inteligentes y planta de oxígeno  (2010)

 

Hospital de Young inauguró dos blocks quirúrgicos, sala de nacer y centro de materiales (2016)

Se han reducido las inequidades asociadas a un acceso segmentado a los servicios públicos y privados de salud, particularmente entre hombres y mujeres, o niños y jóvenes en relación a los adultos, y entre los residentes de Montevideo y el resto del país, y en  la última década los valores de los indicadores clásicos: (mortalidad infantil, mortalidad materna y esperanza de vida al nacer) siguieron descendiendo.

Dentro de los desafíos planteados es extender dicho beneficio, y seguir trabajando  en el cambio de modelo de atención, fortaleciendo la planificación de los recursos humanos para la salud

Monevideo, 10 de mayo 2017