30 MESES DE GOBIERNO
POCOS GANARON MUCHO Y MUCHOS PERDIERON
Escribe Daniel Olesker, Senador PS-FA
Hoy nos encontramos a 2 años y medio del gobierno de la derecha.
Un balance del gobierno nos muestra que aquellas definiciones que dimos en un primer documento de caracterización de dicho gobierno fue correcta y se verificó en los datos que la economía ha generado.
Definíamos a este gobierno en base a dos grandes objetivos socioeconómicos: Desestatización y concentración de la riqueza.. Miremos algunos datos de la economía de estos 30 meses.
EN URUGUAY NO HAY CRISIS ECONOMICA.
Por un lado la economía viene creciendo de manera muy importante.
El Producto Bruto Interno (PBI)
El Producto Bruto Interno, luego de su caída en 2020 recupero nivel de crecimiento y en el último año móvil (a junio de 2022) el PBI se ubica 1,75 puntos por encima de su nivel medio de 2019.
Si analizamos los sectores de actividad, la mayor parte de los sectores productivos en los últimos 12 meses que van hasta junio de 2022 se ubican por encima de su nivel medio de 2019, pero al mismo tiempo las diferencias en materia de recuperación son importantes. La construcción se ubica más de 10% por encima de su nivel medio de 2019, los servicios financieros (6%) y las actividades agropecuarias (4,5%), como las que lideran este proceso de recuperación. Por el contrario, las Actividades de la Administración Pública, las actividades de Salud, Educación y Otros Servicios, se ubican todavía por debajo de sus niveles de 2019 respectivamente. Un caso particular es la industria manufacturera en la que existen diferencias importantes a la interna de dicho sector, existiendo ramas de actividad, en especial las que procesan materias primas de base agropecuaria, que tienen un gran crecimiento y su producción se ubica muy por encima de los niveles pre pandemia; mientras que otras ramas de la industria, que en general trabajan principalmente en el mercado interno, que han visto reducidos sus niveles de actividad. Otra situación particularmente heterogénea es el caso del sector del comercio en que existen importantes diferencias en los ritmos de recuperación, por ejemplo en función del tamaño de empresa así como según el rubro en que trabajan. Las pequeñas y medianas empresas del comercio, que atienden básicamente el mercado interno tuvieron mayores caídas en la crisis y su recuperación es más lenta.
Veamos ahora los componentes de la demanda, también en los últimos 12 meses a junio de 2022 en relación al promedio de 2019.
Mientras que, como ya dijimos, en el último año móvil el PBI se ubica 1,75 puntos por encima de su nivel medio de 2019, tanto la inversión como las exportaciones se ubican claramente por encima de dicho valor. En cambio, el consumo de los hogares, aún no se recuperó luego de la caída y se ubica 1,85% por debajo de su nivel medio.
Este fenómeno de baja recuperación del consumo de los hogares es razonable en un contexto en que el ingreso de los hogares, como veremos más adelante, tampoco se ha recuperado de los niveles pre pandemia. Y ello está vinculado, como también se verá más adelante a la evolución de los ingresos vinculados al trabajo (mayores niveles de empleo o mayores niveles salariales)
EXPORTACIONES
Los cuadro 1 y 2 nos muestra el enrome crecimiento exportador desde 2019 a 2022. Los 5 rubros de mayor crecimiento, todos primario – exportadores, han crecido a tasas muy relevantes.
Y si lo miramos en las 20 primeras empresas que exportan una porción significativa del total exportador, tanto en carne (9 de ellas) como en otro rubros, todas ellas tienen crecimiento muy relevante y su crecimiento es importante tanto en volumen como en precios.
Al mismo tiempo el buen momento que atraviesa el sector exportador, también se expresa en la rentabilidad de la industria exportadora. En este sentido, el Indicador de Excedente Bruto Unitario de la Industria Exportadora (IEBU) que publica el Banco Central, se ubicó en junio pasado 10% por encima de su nivel medio de 2019. Hay que tener en cuenta que este indicador toma en cuenta no solamente de los ingresos por ventas del sector exportador sino también del costo unitario, siendo así una medida de la ganancia de la industria exportadora
Depósitos bancarios
Los datos sobre el aumento de la acumulación financiera son relevantes de este proceso de concentración y a su vez, van por muy encima de la inversiòin productiva, lo que nos muestra también la orientación del proceso de los grandes acumuladores de capital.
Al cierre del primer semestre de 2022, los depósitos del sector privado (personas y empresas) alcanzaron en los bancos locales los US$ 39.657 millones, según los datos del Banco Central (BCU). Esa cifra medida en dólares es, según las estadísticas oficiales, la mayor de la serie histórica que comienza en 1998.
Si lo medimos en relación al Producto Bruto Interno el monto de los depósitos del sector privado también alcanza un nivel significativamente, llegando al 60% del PBI, cuando en 2019 era el 48%. Mientras los salarios, las jubilaciones, el ingreso de los hogares, el gasto social, la inversiòn pública caen en relación al PBI, como hemos miostrado más arriba, los depósitos crecen.
Es además un proceso en permanente crecimiento. En el primer semestre de 2022 los privados depositaron unos US$ 4.107 millones en los bancos locales. Este crecimiento fue considerablemente más rápido que el del primer semestre de 2021, cuando los depósitos aumentaron US$ 2.651 millones.
Considerando el período desde el comienzo de la pandemia (comparando desde febrero de 2020), los depósitos crecieron US$ 9.978 millones, solo considerando los de bancos locales. Esta cifra es aún mayor si se tienen en cuenta los depósitos en el exterior que al cierre de marzo de 2022 había unos US$ 9.923 millones (un crecimiento de US$ 3.727 millones desde el cierre de 2019).
Es además un proceso muy concentrado ya que los de mayor crecimiento son los depósitos de las cuentas con más fondos. Decimos que del incremento de US$ 9.978 millones que se dio desde febrero de 2020, el 62% del crecimiento total se explica por las cuentas con más de un cuarto de millón de dólares. Si se agregan las que tienen más de US$ 100.000, explican casi el 80% del crecimiento. En cambio las cuentas de menos de US$ 5.000, que se podrían asimilar a las “cuentas sueldo” explican el 1% del aumento de los depósitos desde el inicio de la pandemia.
Con estos datos queda claro que en Uruguay NO HAY CRISIS ECONOMICA.
SI HAY CRISIS SOCIAL
El eje fundamental de la crisis social está en la evolución de los ingresos del trabajo. Los mismos todavía se encuentran lejos de los niveles de 2019 y, como ya hemos dicho en notas anteriores, no hay condiciones para una rápida recuperación, en particular en el caso del salario, componente fundamental de dichos ingresos por el trabajo. En materia de empleo, durante el segundo semestre del año pasado, esta variable contribuyó a amortiguar la caída del salario sobre el ingreso de los hogares; sin embargo, los últimos datos disponibles para este semestre mostraron un retroceso en materia de empleo. Como también hemos dicho en una nota anterior ese mayor empleo está asociado a obras de infraestructura con fecha de culminación entre fines de 2022 y 2023.
Y sobre todo esto (salarios, empleo) el gobierno ha contribuido a su caída. Y es claro que, el crecimiento económico, en condiciones de no intervención del Estado, dejando al mercado como eje del funcionamiento de la economía produce concentración, exclusión y por ende desigualdad.
Veamos datos que, ahora nos muestran la otra cara de la moneda.
Lo primero es tener en cuenta como han evolucionado los salarios y junto a ello las jubilaciones, que, al ajustar como lo hacen los salarios, acompañan dicha evolución.
Desde que asumió este gobierno, todos los meses, el salario real ha estado por debajo del promedio del SR de 2019 y en picada descendente.
En términos distributivos un caso particular se refiere a la industria.
Si tomamos la evolución del volumen fisico producido en la industria a julio de 2020 respecto a julio de 2019 aumentó en 10,9%. Y ese aumento de ese volumen producido se hizo 4,7 menos de salario real de los industriales y 5,6% menos de horas trabajadas. Es decir se produjo casi 11% más en un año con más de 10% menos de masa salarial. Un crecimiento industrial cuyo unico resultado fue aumentar la ganancia de los capitalistas.
Otro caso particular es el agro. Un pequeño grupo de grandes propietarios de la tierra y los recursos del capital agropecuario han ganado mucho dinero y han elevado muchos sus ganancias, en particular, pero no sólo por ello, por el auge exportador que mostramos. En cambio la mayoría del campo es decir por ejemplo los 80 mil trabajadores rurales tendrán en junio de 2023, todavía un salario real inferior al que tenían en junio de 2020.
Pobreza
Por otra parte, luego de una reducción relevante por parte del gobierno del Frente Amplio de la pobreza de 40 a 8,8% (1.300.000 personas pobres menos), la pobreza en 2021, está 65 mil personas por encima del año 2019.
LA PEQUEÑA Y MEDIANA PRODUCCION DEL CAMPO Y DE LA CIUDAD.
Cuando hablamos de dos caras de la misma moneda no nos estamos refiriendo exclusivamente a las diferencias de acumulación entre el trabajo y el capital. Hay también concentración en el seno del capital y un proceso de desigualdad de acceso a estos beneficios entre grandes dueños del capital y la pequeña y mediana empresa de la ciudad y el campo.
Y es evidente que aquella referencia más arriba de los grandes ganadores no incluye a este segmento de la producción y el comercio.
Porque este segmento vive del mercado interno y este se nutre fundamentalmente de los ingresos del trabajo, sean salarios, jubilaciones o ingresos del trabajo por la cuenta y todos ellos caen y por lo tanto hay menos crecimiento en estas empresas.
REDUCCION DEL GASTO PUBLICO
Otro tema central de estos 30 meses es la reducción del gasto público, El cuadro siguiente nos muestra cuanto menos participa el gasto publico respecto a 2019.
Los cuadro 3 y 4 nos muestran el ajuste fiscal acumulado entre 2020 y 2021.
Respecto a 2019 hay 450 millones de dólares menos en gasto e inversión pública. Algunas cifras impactan como los 144 millones de dólares en ANEP, o los casi 70 en ASSE o los 50 en Vivienda. Es claro que los aportes adicionales en 2023 y 2024 están lejos de compensar estas pérdidas y además algunos, entre los ques e destaca la UDELAR y la Vivienda tienen cero aporte para esos próximos años.
El cuadro 4 finalmente nos muestra la relación entre dicho gasto y la riqueza nacional. En el gasto global y en todos los gastos seleccionados (sociales y Poder Judicial) en 2021 hay menos participación en la riqueza nacional que la que había en 2019.
Si tomamos ANEP y UDELAR, en 2019 su participación sumada era 4,13% y en 2021 fue de 3,88%, es decir 0,25% menos.
En síntesis, como siempre sucede en la Economía Política, la acumulación de capital y su consiguiente crecimiento económico genera ganadores y perdedores.
Un modelo basado en la desestatización y la concentración de la riqueza genera un pequeño grupo de grandes ganadores y un gran grupo de perdedores.
Esa es la realidad de estos 30 meses de gobierno.