1. El contexto en el que debatir las propuestas sociales y económicas
La economía mundial viene sufriendo de forma muy importante las consecuencias económicas del Coronavirus COVID-19. El virus de veloz propagación satura rápidamente los sistemas sanitarios de los países. Este proceso tiene un fuerte impacto económico. Por un lado, reducen drásticamente la oferta de trabajo y por ende la producción global, y por el otro reducen la demanda, al tiempo que también aumentan los costos de los sistemas de salud.
Es en este contexto y en el marco de una situación de crisis pero también asumiendo que es una situación excepcional y transitoria, que debemos reflexionar.
Nuestra principal convicción, es la hora de la política y la hora del Estado. La gran mayoría de los países centrales han apostado al mismo, como medio fundamental para sortear esta coyuntura.
La Unión Europea ha definido una suspensión temporal de facto de las reglas fiscales. España, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Argentina y Chile entre otros, han planteado históricos paquetes de estímulo fiscal, dejando de lado las consideraciones fiscales de corto plazo.
2. La prioridad sanitaria
En términos sanitarios se acompaña la idea central del gobierno que tiene su eje en desarrollar acciones que fomenten el aislamiento social. Las mismas deberán ser lo más amplias, inclusivas, y estrictas posibles, con las excepciones que se entiendan convenientes para garantizar el acceso de la población a alimentación, salud y demás bienes y servicios básicos.
Y allí surge la paradoja. Que cuanto más riguroso y respetado es el aislamiento social mayores serán las consecuencias sobre la economía y en particular sobre los trabajadores.
Las medidas de aislamiento afectan en primera instancia a los trabajadores por cuenta propia y a quienes están sin cobertura de la seguridad social, pero rápidamente se expanden al resto de la economía por la retracción de la oferta laboral y la caída de la demanda.
3. Las Medidas tomadas por el gobierno
En los pasados días, el gobierno presentó una serie de medidas que considera harán frente al impacto económico sufrido por el coronavirus. Este paquete de disposiciones comprende líneas de crédito con condiciones flexibles por parte del Banco República, préstamos para pequeñas y medianas empresas y aplazamiento de vencimientos de pago de DGI y BPS. Se extiende el régimen especial de seguro de paro flexible a todos los sectores de actividad y se aprueba el envío a seguro de enfermedad para trabajadores mayores de 65 años. Además se emplearán 1000 millones de pesos en la creación de nuevos refugios, reforzar los planes de alimentación y ampliar el saldo de la Tarjeta Uruguay Social. Se agrega en los últimos días subsidios a monotributistas Mides y crédito blando a los otros monotributistas y unipersonales.
Compartiendo la dirección de las mismas, son insuficientes en términos de impacto y alcance, ya que no cubren parte de los trabajadores informales y, principalmente, a la población que requiere más apoyo de la red de protección social. Asimismo, entendemos que dichas disposiciones deben estar insertas en un plan con mirada general, que busque no sólo sortear esta difícil situación, sino que además haga énfasis en la construcción de condiciones óptimas para el crecimiento sólido de la economía el día después.
A vía de ejemplo, en un hogar de dos hijos –un escolar y un liceal– que recibe Tarjeta Uruguay Social y Asignación Familiar va a tener ese 50 % de aumento en el valor de la tarjeta podría llegar a un ingreso de entre $ 6000 y $ 7000, es decir, menos de la mitad del Salario Mínimo Nacional.
4. La Propuesta central
El punto central es otorgar por dicho período un subsidio por un monto equivalente a un salario mínimo nacional para aquellos trabajadores más afectados que no se encuentran registrados en el MTSS y en la Seguridad Social. En este subsidio, estarían incluidos los trabajadores cuentapropista y los que se encuentran en la informalidad (feriantes, vendedores ambulantes, artistas callejeros, etc.) y los hogares que perciben Tarjeta Uruguay Social (TUS) y Asignación Familiar (AFAM).
La propuesta de un ingreso mínimo garantido tiene tres objetivos que hay que atender. Un objetivo es obvio y es que esas personas tengan el ingreso, o sea un contenido social. Tiene un segundo objetivo que es que se trata de un dinero muy importante que va a volver al mercado, a la economía circular, es decir, al almacén barrial, a la papelería, a la peluquería, y todo esto va a permitir que las empresas que están en los bordes del funcionamiento tengan menos dificultades. Y tiene un tercer objetivo que allana la disyuntiva entre el aislamiento social voluntario de la emergencia sanitaria pues quizás se tenga alguna reserva o ahorro para financiar una o dos semanas sin salir a vender, a realizar un service en un hogar o a hacer un trabajo, pero ya a la tercera semana va a necesitar salir. Entonces cuál es la opción?. Alimentación o Salud.
5) Otras garantías para estos hogares.
A esta medida, que es de ingreso, hay que sumarle un conjunto de medidas que actúen sobre los gastos de estos hogares y también de aquellos que han ido a seguro de desempleo. Destacamos diferir el vencimiento de tarifas de UTE y OSE y las cuotas hipotecarias.
Al mismo tiempo como cobertura de esos hogares proponemos suspender los cortes de los servicios a esas familias tanto las que reciben el subsidio, como las enviadas a seguro de paro y suspender los desalojos y lanzamientos que les pudiesen ocurrir.
Finalmente proponemos suspender aumento del IVA a compras con tarjetas de crédito y débito, volviendo a la situación anterior de descuentos generales y particulares en el área gastronómica.
6) Los apoyos a las empresas
Es evidente que la caída de la actividad económica tiene efecto relevante sobre el entramado empresarial y en especial en las micro, pequeñas y medianas empresas., En línea y profundizando lo hecho hasta ahora de diferir y/o subsidiar vencimientos de DGI y BPS, incluir en esas medidas el diferimiento y/o subsidio de tarifas de UTE y OSE así como el vencimiento del BSE a las mismas.
Dichas acciones de apoyo a las empresas y las que se hagan en el futuro deben, como lo están haciendo en otros países, estar condicionadas a un compromiso de mantener su plantilla de trabajo, es decir que no haya despidos y manden al seguro de desempleo el mínimo de personal posible.
7) Algunos aspectos de la macroeconomía que hay que considerar.
En primer lugar para que la política macroeconómica sea consistente con la realidad que atraviesa el país se deberían evitar los saltos abruptos del dólar, sobre todo por su impacto en el incremento del nivel de inflación.
Es claro que este proceso ha desencadenado problemas de disponibilidad y precios en algunos bienes de la llamada canasta sanitaria y también en bienes de la canasta de alimentos. Por ello proponemos en segundo lugar regular el precio de venta al público del alcohol en gel, estimulando su producción, así como administrar el stock de mascarillas y guantes. Otra medida que ya hicimos en 2008 y 2012 tiende a propender la concreción de acuerdos de precios en productos alimentarios de la canasta básica.
En tercer lugar desde el punto de vista presupuestal creemos imprescindible prorrogar los recortes de gasto e inversión del 15% anunciados en el decreto del Poder Ejecutivo porque en su mayor parte afectan obra pública, vivienda, políticas sociales y seguridad y ello impactaría sobre el empleo y la protección social. Y junto a ello crear un fondo de financiamiento específico para que ASSE pueda hacer frente a la mayor demanda de atención. Especialmente y ante el aislamiento social prolongado, es necesario garantizar el acceso de la población a servicios de salud mental, para mitigar los efectos que esta situación pueda causar y asimismo, es necesario establecer medidas de combate a la violencia de género que se pueden potenciar en la convivencia familiar en condiciones de mayor aislamiento.
En cuarto lugar, creemos que se debe preparar un plan de aumento transitorio en la demanda, adelantando la inversión pública como se hizo frente a la crisis internacional de 2008, incluyendo el inicio de obras bajo la modalidad PPP.
En quinto lugar, contribuyendo al equilibrio regional se deben fortalecer transferencias a intendencias y municipios para mejorar asistencia a afectados.
8) Las fortalezas del Uruguay para enfrentar esta situación.
La coyuntura a la que nos enfrentamos tiene importantes desafíos sanitarios, socio laborales y como veremos en los puntos siguiente de financiamiento. La realidad nos muestra que el país enfrenta esta crisis sanitaria y su correlato económico con importantes capacidades construidas en estos útimos15 años que le posibilitan respuestas rápidas y eficientes.
Por un lado, la red de protección social extendida y las bases de datos que permiten identificar y georefenciar hogares. Por otro lado, el Sistema Nacional Integrado de Salud que da recursos materiales, humanos e infraestructura adecuados para enfrentar la cuestión sanitaria con un crecimiento en trabajadores, en camas y sobre todo con una red nacional integral de acceso al sistema. También los avances en materia de comunicación como son la red de fibra óptica, el desarrollo de la conectividad, el Plan Ceibal y el Plan Ibirapitá.
Y en esa misma dirección cabe recordar que Uruguay cuenta con importantes fortalezas financieras y económicas que le otorgan margen de maniobra para afrontar este plan, en efecto, Uruguay ha logrado reducir sustancialmente la deuda neta con relación al PIB y cuenta al mismo tiempo con líneas de prefinanciamiento disponibles que le permiten hacer frente a posibles contingencias y que en 2019 ascendían a 2200 millones de USD.
9) Los costos
En este apartado quiero plantear el costo particular de la medida del Ingreso garantido. Las demás acciones obvio que tienen costos pero son más difíciles de prever por el tipo de medidas. De cualquier manera, es importante tener en cuenta el costo del Ingreso Garantido que consideramos el eje central sobre el que debe estructurarse este Plan Integral.
Tomando en cuenta el número de hogares em que sumamos 86 mil con Tarjeta Uruguay Social, 130 mil más con Asignación Familiar Plan de Equidad solo y una estimación de 100 mil hogares más en condiciones de informalidad llegamos a 310 mil hogares. Si tomamos un valor de 350 dólares como equivalente al Salario Mínimo Nacional, descontamos las transferencias que esos hogares reciben ya y nos da un costo aproximado de 80 millones de dólares por mes y si tomamos como una referencia temporal tres meses su costo es de 240 millones de dólares.
10) El Financiamiento
Nuestra postura sobre el financiamiento es que es necesario realizar un gasto en esta situación transitoria y que la historia reciente de nuestro país y las experiencias internacionales nos han enseñado que los costosos esfuerzos fiscales y financieros transitorios, que son necesarios afrontar en momentos de crisis, de no realizarse a tiempo pueden ocasionar costos aún mayores.
En esa línea creemos que hay que enfocar el financiamiento. Tomando en consideración lo planteado más arriba sobre las fortalezas financieras del país entendemos que el eje central del financiamiento debe estar en el uso de las líneas disponibles logradas anteriormente
Dicho esto, no significa que el país no deba recurrir a otros financiamientos internos, sobre la base del aporte de sectores que se encuentran en condiciones en esta situación transitoria de aportar.
Por ello afirmamos que acciones de solidaridad institucional es un camino adecuado en la coyuntura actual, porque suma recursos, a aquellos que mayoritariamente deben salir de los créditos de disponibilidad. Sin embargo, entendemos que la propuesta de Fondo Coronavirus que el gobierno planteó y que todos votamos tiene dos problemas de diseño relevantes, dos discriminaciones llamaría yo. Tiene una discriminación entre el capital y el trabajo: las rentas del capital no aportan; algunas rentas del trabajo aportan. Ahí hay una primera discriminación, ya que el aporte es solidario desde un umbral hacia arriba, las rentas por encima de ese umbral deben aportar indistintamente sean rentas del capital o del trabajo. Y en segundo lugar dentro de las rentas del trabajo, ya que discrimina entre público y privado, y todos sabemos que hay cargos gerenciales, profesionales de alta conducción, cargos muy importantes en el sector privado, profesionales, que perfectamente están en ese umbral y deberían ser parte de este proyecto de aporte al Fondo.
11) Conclusión final: Un gran Acuerdo Nacional
Para andar hay que tener camino y este debe venir de la mano de la conformación de un Gran Acuerdo Nacional. Un acuerdo sin exclusiones, en el que participe la totalidad del sistema político en conjunto con las organizaciones sociales, sindicales y empresariales. Solamente entre todos seremos capaces de superar esta coyuntura.
Desde el Frente Amplio estamos dispuestos a hacer el esfuerzo, aportando todas nuestras ideas para encontrar soluciones, de manera de poder dar una respuesta inmediata y certera a la población, que tanto lo está necesitando.
Como dice nuestro documento: Una vez más, como lo fue en el pasado, será la política la que sepa brindar las respuestas y soluciones.
Daniel Olesker,