Los tiempos cambian, la lucha permanece #EscribeMónica

*Escribe Mónica

Vivimos tiempos de profundos cambios en la naturaleza del trabajo. Tiempos  que plantean la necesidad de descifrar nuevas formas de relacionamiento laboral. Las mejores condiciones laborales, de desarrollo y bienestar para las grandes mayorías, dependen del grado de comprensión de este mundo vertiginoso que pautan las nuevas tecnologías. Ello no es contradictorio con nuestras viejas luchas. Pero debemos repensarnos.

Hace pocos días egresaron 700 graduados de la primera generación de “Jóvenes a Programar”, quienes recibieron sus títulos en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU). El curso de nueve meses del Plan Ceibal, creado a instancias del presidente Tabaré Vázquez, permite a jóvenes de 17 a 26 años dominar los lenguajes de programación más demandados por una de las áreas con mayor desarrollo y con desempleo cero en Uruguay.

El programa promovido por el Plan Ceibal, cuenta con el apoyo de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP).  El ministro Murro, informó que INEFOP aportó 800.000 dólares para el desarrollo de “Jóvenes a Programar”.  Ese dinero tiene origen en la contribución de trabajadores y empresarios uruguayos, y reúne una doble condición: es solidario y productivo.

Para su próxima edición, se prevé que Jóvenes a Programar amplíe a más del doble el número de participantes, sumando ventanas laborales para jóvenes que se criaron y educaron en un medio digital, nativos digitales gracias al Plan Ceibal. No es casualidad que, actualmente, en nuestro país, haya más de 6000 jóvenes en bachilleratos de informática.

De cara a la séptima Ronda de Negociación Colectiva, la más grande de la historia de nuestras Relaciones Laborales, los desafíos más importantes giran justamente en torno a la formación profesional y capacitación de trabajadores, culminación de estudios, certificado de saberes y competencias. La clave de las oportunidades para todas y todos está en la democratización de la educación.

Ello no significa renunciar a históricas luchas que son parte misma de nuestro ADN. De ningún modo. Esto tiene directa relación con interpretar los impactos de las nuevas tecnologías en la organización del trabajo y potenciarnos. Los gobiernos del Frente Amplio tuvieron esta visión de desarrollo país desde el comienzo, plasmada en la creación del Plan Ceibal, la Agencia para el Gobierno Electrónico y la Agencia de Investigación e Innovación (ANII). Nada surge por casualidad. Las políticas inciden directamente en las condiciones de vida y desarrollo de los pueblos.

Los estudiantes, la academia, los trabajadores y los emprendedores conforman un ecosistema, que tiene el desafío de producir el mayor conocimiento posible para generar el mayor valor agregado imaginable. Porque el incremento de las fuentes laborales y el mejoramiento de los ingresos dependen de la capacidad de inserción en un mundo cada vez más dinámico y exigente en conocimiento.

En un nuevo primero de mayo saludamos a las trabajadoras y a los trabajadores, que con sus históricas luchas contribuyen a construir un presente cada vez más justo para un futuro cada vez mejor.

Los tiempos cambian, la lucha permanece.